Bruselas advierte a Francia por expulsión de gitanos


La Comisión Europea afirmó hoy haber llegado al lí­mite de su paciencia frente a la actitud «vergonzosa» de Francia, que escondió haber ordenado las expulsiones de gitanos, y amenazó con abrirle un expediente al tener serias dudas de que su polí­tica viola la ley europea.


«Â¡Ya basta!», declaró la comisaria europea de Justicia, Viviane Reding, en un discurso de una dureza inusual, en el que implí­citamente acusó al gobierno del presidente Nicolas Sarkozy de haberle mentido al asegurar que su polí­tica de repatriaciones no va dirigida contra ningún grupo étnico.

«Es una vergí¼enza», cargó Reding, refiriéndose a la «contradicción» entre las «garantí­as» ofrecidas por Parí­s sobre el cumplimento de la ley europea y la existencia, dada a conocer el lunes, de una circular en la que el gobierno ordenaba evacuar los campamentos ilegales, «con prioridad» los de gitanos.

«La discriminación por motivos de raza o etnia no tiene lugar en Europa», reafirmó la comisaria, «conmocionada» por una situación que «creí­a que no se volverí­a a ver tras la Segunda Guerra Mundial».

Francia «no ha repatriado a nadie ni voluntaria ni forzosamente según su etnia», insistió el martes el ministro francés de Inmigración, Eric Besson.

Pero la comisaria dijo tener motivos suficientes para dudar de la legalidad de la polí­tica francesa y anunció que pedirá la apertura de un procedimiento de infracción de la legislación europea, que podrí­a iniciarse en dos semanas.

En concreto, Reding solicitará al presidente de la Comisión Europea abrir un procedimiento contra Parí­s, que podrí­a acabar ante la justicia europea, por haber adaptado de forma insuficiente la directiva comunitaria que garantiza la libre circulación a los ciudadanos de la UE y aplicarla «discriminatoriamente».

Los gitanos expulsados son oriundos de Rumania y Bulgaria, miembros de la Unión Europea (UE) desde 2007. Más de un millar de ellos fueron expulsados desde julio como resultado del endurecimiento de la polí­tica de seguridad de Sarkozy.

Con el discurso de Reding, la Comisión dio un giro copernicano, tras haber sido muy criticada, especialmente por el Parlamento Europeo, por mantener una actitud tachada de pusilánime frente a las expulsiones de gitanos.

También Francia pareció modificar radicalmente su tono, en sentido opuesto.

Mientras hasta ahora fustigó las crí­ticas europeas, al discurso de Reding reaccionó con prudencia.

«Hemos recibido con sorpresa las declaraciones de la señora Reding. No creemos que se pueda mejorar la suerte y la situación de los gitanos (…) con este de tipo de declaración», dijo el portavoz de la cancillerí­a.

El secretario de Estado de Asuntos Europeos, Pierre Lellouche, habí­a en cambio afirmado el lunes que su paí­s no tiene por qué recibir lecciones de nadie, en alusión a Europa, acusando a la Comisión Europea de «no haber hecho gran cosa por los gitanos».

Las crí­ticas de la Comisión se suman a una nueva lluvia de protestas, especialmente de la ONU, que el lunes mostró su «preocupación» por una polí­tica que «sólo puede exacerbar el estigma de los gitanos», según la Alta Comisionada para los Derechos Humanos, Navi Pillay.

«Más vale tarde que nunca», declaró el martes el copresidente de los eurodiputados ecologistas, el francés Daniel Cohn-Bendit, saludando la firmeza de la Comisión, casi una semana después de que el Parlamento Europeo condenara la polí­tica de Parí­s y le exhortara a suspender las expulsiones.

Besson reiteró el martes que el gobierno no dará marcha atrás en su polí­tica y continuará desmantelando los campamentos irregulares en su territorio.