China arremetió nuevamente contra Japón hoy en un incidente diplomático agravado por el arresto del capitán de un barco pesquero chino, acusando a las autoridades niponas de provocar «una situación seria», luego de que los japoneses la calificaran de «muy lamentable».
Después de postergar conversaciones previstas con Japón sobre la exploración conjunta de recursos energéticos en el Mar de China Oriental, donde el pesquero chino chocó con dos patrulleros de los guardacostas japoneses, Pekín anuló en protesta el viaje a Japón de una delegación de legisladores.
«Japón provocó esta situación seria y Japón debe asumir toda la responsabilidad», declaró a la prensa el martes la portavoz del Ministerio chino de Relaciones Exteriores, Jiang Yu. Según ella, «es imperativo» que el capitán del barco sea liberado «inmediatamente».
«Tomando en consideración todos los elementos, China ha decidido postergar la visita de la delegación de legisladores a Japón», agregó Jiang. Dicha visita debía comenzar el miércoles.
El lunes, China ya había exigido que Japón liberase inmediatamente al capitán del pesquero, Zhan Qixiong, de 41 años, afirmando que había sido detenido ilegalmente.
«Todo el pueblo de China (…) condena el comportamiento ilegal japonés con una sola voz y encarna plenamente la voluntad incondicional y la determinación del gobierno y del pueblo chinos de defender la soberanía nacional y la integridad territorial», declaró en esa oportunidad Jiang Yu.
Este incidente diplomático está centrado en una cadena de islotes en el Mar de China Oriental en cuya zona Japón afirma que el barco chino estaba pescando ilegalmente la semana pasada, y cuando recibió la orden de partir embistió a dos patrulleros de los guardacostas nipones durante una persecución.
Este grupo de islotes, llamados Senkaku en japonés y Diaoyu en chino, se halla a media distancia de Taiwán y Okinawa (Japón). Bajo control de Japón, pero también reivindicadas por Pekín y Taipei, estos islotes deshabitados han provocado frecuentes tensiones en la región.
Este martes, un barco de Taiwán, con cinco activistas a bordo y escoltado por guardacostas taiwaneses, intentó dirigirse a esa zona, pero tuvo que regresar por orden de una patrulla naval japonesa.
Desde que Japón arrestó al capitán chino el miércoles, China reaccionó enérgicamente, convocando al embajador nipón en cuatro oportunidades.
Estos islotes deshabitados donde tuvo lugar el incidente se encuentran en una zona donde aparentemente existen grandes depósitos de energía en el suelo marino, y a menudo han sido el foco de tensiones regionales.
Refiriéndose a la cancelación del viaje de los legisladores chinos, el portavoz del gobierno japonés, Yoshito Sengoku, dijo: «Si es así, es muy lamentable».
Luego reiteró la posición nipona de que el pesquero chino embistió a los patrulleros japoneses, agregando que «nosotros debemos tratar el caso en una forma ordenada de acuerdo con nuestra legislación».
El lunes, los 14 tripulantes fueron llevados de regreso a la ciudad de Fuzhou (sudeste) en un avión enviado por el gobierno chino. Su pesquero también partió de la isla japonesa de Ishigaki, con otro capitán al timón.
Zhan, el capitán del pesquero, permanece detenido bajo la sospecha de obstrucción a oficiales en el ejercicio del deber, un cargo que de acuerdo con la ley nipona puede ser castigado con una pena de hasta tres años de cárcel. No obstante, todavía no ha sido inculpado.
La rivalidad entre Japón, motor económico de la recuperación de Asia después de la guerra, y el vecino gigante asiático, llegó a un punto álgido este año, pues China está a punto de reemplazar a Japón como la segunda economía del mundo. El arresto del capitán chino fortaleció la pasión nacionalista en China.