El Estado de Guatemala guarda en su historial el triunfo del llamado caso Nottebohm en el que, apelando al fraude de ley, ganó una demanda en la Corte Internacional de Justicia (CIJ). Más de 50 años después, este delito se ha vuelto una práctica habitual, resaltando el fraude que la exprimera dama ha querido hacer con su divorcio.
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Las constantes críticas que se han dado en torno al divorcio de la ex primera dama, Sandra Torres, con motivo de hacer legal su candidatura a la Presidencia de la República, algo calificado como fraude de ley, han hecho recordar uno de los casos más legendarios en la historia del derecho en Guatemala.
El abogado Rodolfo Rohrmoser, experto en derecho internacional, desempolva el conocido caso Nottebohm, resuelto en la CIJ de la Haya el 6 de abril de 1955.
Cuenta el experto, que entre la Primera y Segunda Guerra Mundial, Friedrich Nottebohm, un ciudadano alemán residente en Guatemala, se hizo de múltiples bienes fruto de la siembra y exportación del café.
Sin embargo, a raíz de la Segunda Guerra Mundial, en donde Guatemala tenía el mandato de confiscar los bienes de germanos residentes en el país, Nottebohm obtuvo la nacionalidad de Liechtenstein para proteger sus propiedades, algo que años después no le valió.
El juicio inicia en tiempos de Jacobo írbenz Guzmán cuando Guatemala y el país europeo aceptaron su jurisdicción en la Corte Internacional de Justicia.
Inmediatamente el Estado guatemalteco fue demandado por haber confiscado bienes a un ciudadano que no era alemán, por lo que exigía la devolución de los mismos, que entre estos habían fincas en Cobán y en lo que es ahora la Avenida Reforma en la ciudad capital.
Apelando al fraude de ley y reconociendo la falsedad en la obtención de una nacionalidad de otro país, se declaró la demanda como improcedente y el abogado guatemalteco Carlos Hol Lloreda, ganó un juicio que actualmente es considerado como materia de estudio en las distintas facultades de derecho en las universidades del país.
DERECHO INTERNACIONAL
Con este relato, Rohrmoser, insiste en que el fraude de ley es un principio del derecho internacional que puede ser llevado a juicio en cualquier parte del mundo.
“íšltimamente se ha calificado al fraude de ley como una materia de derecho interno, restándole importancia a algo que inició como una doctrina y ahora está tipificado en el orden jurídicoâ€, asevera.
En la normativa guatemalteca, se especifica este delito en el artículo 4 del Organismo Judicial y la intención del mismo es castigar la mala fe en acciones legales que intentan ocultar una primera ilegalidad.
PRíCTICA HABITUAL
El divorcio de la pareja Colom, caso muy señalado en los últimos meses en el país, es tan sólo un reflejo de como los guatemaltecos han hecho del fraude de ley una práctica habitual en el país.
“En el tema fiscal, esto se ha vuelto una práctica ilegalâ€, indica Rohrmoser, lamentando que por falta de supervisión de la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT) el país deja de percibir millones de quetzales debido al fraude que muchas personas realizan para no pagar impuestos.
Así mismo, existen decenas de casos que han sido llevados a la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y han sido rechazados por incurrir en fraude de ley.
Muchos de estos son vinculados al tema del Conflicto Armado Interno, cabe mencionar que uno de ellos se refiere al caso Bámaca y al caso Fermín Ramírez, que por falta de pruebas y mala investigación de las autoridades guatemaltecas, han tenido que rechazarse y esperar un nuevo juicio.