La Posición Común «no se puede retirar hasta que haya verdaderos gestos» del gobierno cubano, con la «liberación de todos los prisioneros que por motivos polí­ticos están languideciendo en las cárceles», reclamó Antonio Dí­az junto a otros tres disidentes cubanos, en un acto en la Eurocámara organizado por el Partido Popular Europeo (PPE, derecha).

En Cuba «no ha habido ningún tipo de cambio hacia la libertad y la democracia» y lo «único que ayuda» por parte de la Unión Europea (UE) es «mantener» ese documento, que condiciona las relaciones con La Habana a progresos en materia de derechos humanos, agregó Dí­az.

Los cuatro disidentes forman parte de la treintena de presos que fueron liberados desde julio y se instalaron luego en España, conforme al inédito acuerdo alcanzado entre La Habana y la Iglesia católica cubana para excarcelar a un total de 52 reos polí­ticos.

El reclamo de los disidentes cubanos, que el martes se reunirán con el presidente del Parlamento Europeo, Jerzy Buzek, coincide con el aplazamiento de la revisión anual de la Posición Común, que inicialmente estaba prevista para este lunes, durante una reunión de ministros europeos de Relaciones Exteriores en Bruselas.

Por ahora, sigue en el aire si la cuestión será abordada en la próxima reunión ministerial, el 25 de octubre en Luxemburgo, lo que para algunos demuestra la falta de consenso entre los 27 paí­ses de la UE, pese a los esfuerzos del gobierno socialista español por derogar la Posición Común tras el anuncio de la liberación de los 52 presos polí­ticos.

«Parece que la revisión va a retrasarse sine die. No es ninguna sorpresa. Para muchos paí­ses de la UE, la actitud del gobierno cubano sigue estando muy lejos» de los estándares europeos, declaró el eurodiputado Antonio López-Istúriz, del PP español, en la oposición.