Miles protestan contra la discriminación


Visita. El presidente George W. Bush visitó una comunidad de afrodescendientes en Nueva Orleans.

Un editorial violento y hostil hacia los negros en un periódico para la comunidad asiática en Estados Unidos volvió a revelar el malestar que existen entre dos grupos y la solapada intolerancia racial latente en este paí­s.


En la edición del 23 de febrero, AsianWeek, un semanario anglófono con sede en San Francisco (California, oeste) y que se presenta como «la voz de los asiáticos en América» publicó un texto titulado «Por qué detesto a los negros».

«Contrariamente a las descripciones de los medios, yo afirmo que los negros son débiles de carácter. Es la única raza que fue sometida a la esclavitud durante 300 años», escribió Kenneth Eng, un colaborador de este diario que tiene un tiraje de 48.000 ejemplares y fue fundado en 1979.

La publicación de este panfleto recibió ataques de todas partes, incluyendo las protestas de asociaciones de la comunidad asiática y altos funcionarios polí­ticos del paí­s.

Nancy Pelosi, presidenta de la Cámara de Representantes estadounidense y diputada por San Francisco, ciudad donde cerca de la tercera parte de la población es de origen asiático, afirmó que «la decisión de AsianWeek de publicar este texto habí­a sido irresponsable».

El diario no tardó en disculparse: «AsianWeek rechaza los prejuicios de Eng sobre una parte esencial de la sociedad estadounidense, como los afroamericanos», indicó la redacción del semanario el miércoles en su sitio de internet.

«La publicación de este artí­culo fue un error que jamás tuvo que haber ocurrido», agregó AsianWeek, calificando el incidente como «un fracaso de nuestro proceso editorial» y prometen que el autor, Eng, no seguirá colaborando para ese diario.

No obstante, Earl Ofari Hutchinson, analista polí­tico negro en Los Angeles, no confí­a en la franqueza de esas disculpas. «Â¿Se habrí­an disculpado si no hubieran habido tantas protestas? No lo creo», declaró a la AFP completamente escéptico ante la idea de que la jefatura de redacción no se hubiera percatado del contenido del artí­culo.

Bruce Gordon, presidente de la NAACP, la principal organización estadounidense defensora de la comunidad negra, declaró por su lado que «los escritos de Eng evidencian las tensiones raciales, frecuentemente escondidas, pero siempre muy presentes entre las comunidades en Estados Unidos».

Los negros representan 13,4% de la población estadounidense, mientras los asiáticos 5%, según las cifras de la oficina de censo de 2005. El salario promedio de una familia asiática es de 61.000 dólares anuales, contra 30.000 dólares para una familia negra.

En Estados Unidos una cuarta parte de los negros sigue viviendo por debajo de la lí­nea de la pobreza, mientras que en el caso de los asiáticos no pasa del 11%.

Este caso se produce 15 años después de los motines raciales en Los íngeles, provocados por la absolución de policí­as blancos acusados de haber matado a un conductor negro. Pero en ese entonces, fue sobre todo la comunidad coreana y su barrio «Koreatown», al noroeste de South Central, el epicentro de los choques que padecieron más la violencia callejera.

«Ellos no iban a atacar Beverly Hills, que estaba protegido por un gran escudo policial», recuerda el vendedor de un almacén quien es coreano católico y que vive en Estados Unidos hace 33 años y se presenta como «John».

Según contó a la AFP, «John» hizo guardia aquellas noches de 1992 para proteger su iglesia en Koreatown y evitar que la incendiaran y saquearan.

Después las tensiones disminuyeron, gracias a un trabajo de conciliación de los dirigentes de las dos comunidades, «pero eso no quiere decir que no hayan más tensiones», afirma Hutchinson y confirma «John»: «Después de los motines, los comerciantes coreanos compraron fusiles y los siguen teniendo allí­», por las dudas.