El presidente de Chile, Sebastián Piñera, aseguró hoy que el golpe de Estado que lideró hace 37 años el dictador Augusto Pinochet, «fue más bien el desenlace previsible aunque evitable de una democracia que venía enferma».
«Se quebró nuestra democracia, pero no fue una muerte súbita ni intempestiva. Fue más bien el desenlace previsible aunque evitable de una democracia que venía enferma», dijo el mandatario durante una actividad en el norte del país.
La sociedad estaba «enferma de odiosidad, de polarización extrema, de falta de diálogo. Daba la impresión que gobierno y oposición de la época se habían propuesto destruirse mutuamente y lo lograron», aseguró el gobernante.
El 11 de septiembre de 1973, el general del ejército Augusto Pinochet lideró un golpe de Estado en el que derrocó al entonces mandatario socialista Salvador Allende. Tras la toma del Palacio de La Moneda por las tropas chilenas, Allende, en su despacho, se quitó la vida, según testificaron sus cercanos.
Durante la dictadura de Pinochet, que se extendió hasta 1990, 3.000 personas fueron asesinadas o desaparecieron. Unos 560 militares son procesados por esos crímenes. Pinochet, sobre quien pesaban varios procesos judiciales, falleció en 2006 sin recibir condena de la justicia.
Un grupo de personas encapuchadas irrumpió el sábado durante una marcha conmemorativa de los 37 años del golpe de Estado que se dirigía al cementerio general de Santiago, y realizó destrozos a la propiedad pública, además de quemar una bandera chilena.
Según difundieron los canales de televisión locales, unos 50 encapuchados, provistos de piedras y objetos contundentes, destrozaron algunos semáforos, carteles con señales de tránsito, estaciones de servicio de combustible y varios vehículos de prensa. También se enfrentaron con la policía, que intentaba disolver a la turba.
En las imágenes se observa a personas con el rostro cubierto prendiéndole fuego a una bandera chilena. Las autoridades no informaron si se registraron heridos o detenidos en esos disturbios.
La marcha pacífica denominada por los Derechos Humanos, con unas 3.000 personas según informó la policía, se inició sin problemas en el centro de Santiago y recorrió la avenida Bernardo O»Higgins -principal arteria de la capital- escoltada por Carabineros.
Sin embargo, al llegar al cementerio general, donde se programó el cierre de las actividades, medio centenar de encapuchados irrumpió en la manifestación.
Más temprano, el coronel de Carabineros, Mauricio Toro, informó de un herido de bala y cuatro detenidos durante incidentes menores en la madrugada del sábado.
El 11 de septiembre de 1973, el general del ejército Augusto Pinochet lideró un golpe de Estado en el que derrocó al entonces mandatario socialista Salvador Allende. Durante la dictadura, que se extendió hasta 1990, 3.000 personas fueron asesinadas o desaparecieron.
Unos 560 militares son procesados por esos crímenes.