Al Qaida sale de la sombra


La rama yemenita de Al Qaida actúa ahora a la luz del dí­a en la provincia de Abyan, en el sur del paí­s, como lo muestran sus distribuciones de panfletos en las mezquitas, sus combates frontales con el ejército y sus ataques cada vez más atrevidos contra las fuerzas de seguridad.


En esta región, uno de los focos de la protesta del sur contra el gobierno de Saná, el descontento de los vecinos, la estructura tribal de la sociedad y la parálisis de los servicios públicos son algunos factores que han contribuido a la emergencia de Al Qaida en la Pení­nsula Arábica (AQPA).

Fares Ghanem, un periodista yemenita especialista de los movimientos islamistas, estima que Al Qaida «ha sacado provecho del relieve montañoso y de la ausencia del Estado, que tiene a la provincia abandonada, para instalarse en ella».

El AQPA reivindicó el martes seis ataques llevados a cabo en las dos pasadas semanas de agosto en esta provincia, incluido uno contra un puesto de policí­a que dejó 12 muertos.

Pero el más grave sigue siendo el combate que opuso durante cinco dí­as en la ciudad de Loder, en agosto, a hombres armados del movimiento al ejército yemenita, en el que murieron 33 personas según fuentes oficiales y médicas.

«Lo que ha ocurrido en Loder ha sido una prueba de fuerza entre el Estado y Al Qaida, que ha podido controlar la ciudad y asestar duros golpes al ejército», estima Ghanem.

El ejército aseguró haber retomado el control de Loder tras los combates pero importantes responsables tribales han tenido que mediar para obtener la retirada de los combatientes islamistas de la ciudad, según fuentes tribales.

Los ataques casi-diarios, lo más a menudo llevados a cabo por motoristas enmascarados, siembran el miedo entre policí­as y soldados.

«Temo por mi vida, y estoy siempre espiando a los transeúntes, sobre todo los motoristas», afirma un policí­a encargado de la protección de un edificio de los servicios de seguridad de Zinjibar, capital de la provincia.

Después de la batalla de Loder, el AQPA distribuyó en las mezquitas y en los comercios panfletos en los que reivindicó ataques contra las fuerzas de seguridad y llamó a los civiles a evitar las posiciones militares para no ser objetivo.

«Es la primera vez que se distribuyen así­ panfletos en plena luz del dí­a», afirmó a la AFP Nazir Qandah, el imán de una mezquita de Zinjibar.

Un responsable de la provincia de Abyan, que no quiso dar su nombre, afirma que Al Qaida «aprovechó la parálisis de los servicios gubernamentales de estos últimos meses debido a la escalada de la protesta» animada por el movimiento sudista.

Saná acusa a este movimiento, algunos de cuyos componentes llaman al federalismo y otros a la secesión, de cooperar con Al Qaida y el ministerio de Defensa afirmó el lunes que un activista de Al Qaida detenido en Loder disponí­a de «documentos importantes que prueban» esta cercaní­a.

«Al Qaida y el movimiento sudista no son más que las dos caras de una misma moneda, los dos obran para desestabilizar la provincia», afirmó un responsable de los servicios de seguridad que ha pedido el anonimato, quien subrayó que «la cooperación entre las dos partes estaba clara en Loder».