Muchos diarios del país editorializan que la violencia no es un tema de prioridad del Gobierno o que hay incapacidad en combatirla. Yo en cambio insisto en que la violencia que vivimos los guatemaltecos no es producto de la incapacidad en combatirla y mucho menos que esta sea producto de la casualidad cuando se tiene un gobierno populista con fines de reelección, sino que es un acto premeditado para amedrentar a la oposición, a la prensa o cualquier grupo que no esté de acuerdo con las violaciones constantes de las leyes del país.
Algunos podrían argumentar que esta conclusión es precipitada o poco fundamentada, pero sólo mire hacia el Cono Sur y verá a un país hermano, con un gobierno populista, castrista, con fines de reelección indefinida, que tienen el mismo problema o mayor que el nuestro, que tiene una Policía bien preparada que equivocadamente muchos creen que no es capaz de controlar el crimen, pero la realidad es que la criminalidad deliberadamente se mantiene, ya que es el mejor aliado de Chávez para mantener amedrentada a la prensa y a la oposición.
Un político de oposición teme vociferar contra los desmanes del Gobierno, pues si llegara a ser asesinado no quieren que digan que esto le pasó porque le querían robar el celular o el vehículo, pues eso sería como morir sin pena ni gloria, que es muy diferente a decir que murió por defender la legalidad o los intereses de la Patria, que el veredicto sería que murió por una causa noble y justa.
Como puede haber incapacidad en combatir la criminalidad, cuando los que integran el gobierno son especialistas en la materia, pues en el tiempo que militaron en la guerrilla fueron secuestradores y terroristas, que sabían a la perfección cómo operaba la Policía y cuáles son los mejores mecanismos para evadirla, que es la misma forma que emplea la delincuencia en la actualidad, siendo la doble identificación uno de los mecanismos, por eso es que se ha bloqueado la consolidación del DPI para tener bien camuflados sus escuadrones de sicarios con dos o tres identificaciones que les permite hacer su trabajo sin ningún riesgo de su verdadera identidad.
¿Ha sabido usted que se haya hecho una investigación real sobre los escuadrones de sicarios que reportó el ex viceministro de Gobernación Cuevas y el ex ministro Velásquez al propio Presidente de la República y cuya información fue trasladada a Castresana, quien la mandó al archivo con el argumento de que esa información no servía? Vaya que las Naciones Unidas, mediante sus equipos de investigación, se dio cuenta de que ese señor le estaba sirviendo de tapadera al gobierno, por lo que fue destituido y que aquí nos cuentan la historia de que renunció por falta de apoyo, para tapar el ridículo de haberse alineado con el gobierno de Colom.
Si el ex ministro Velásquez le hubiera dicho a ex viceministro Cuevas que se hiciera el baboso con la información sobre los sicarios de la PNC, todavía lo tuviéramos de Ministro, pues ya Colom había anunciado en conferencia de prensa que era solo un pequeño faltante, cuando creía que Velásquez era incondicional.
En fin, la violencia es muy conveniente para esta clase de gobiernos, pues la mantienen hasta tal punto que no desestabilice las instituciones del Estado, pero sí lo suficiente como para mantener el amedrentamiento.