Los tornados que desde ayer golpean el sur de Estados Unidos dejaron al menos 20 personas fallecidas, incluyendo a ocho adolescentes, que murieron cuando el techo de su escuela se derrumbó, según nuevos balances difundidos hoy.
La Casa Blanca había anunciado ayer la muerte de 15 niños en su escuela, una cifra corregida luego a la baja por las autoridades del estado de Alabama, que señalaron un error de comunicación de la presidencia.
Según el alcalde de la localidad de Enterprise (Alabama), citado por la cadena CNN, fueron ocho los adolescentes muertos cuando el techo de su centro educativo se vino abajo a causa del tornado. Otras dos personas murieron a causa del fenómeno climático en el estado.
Hoy el número total de víctimas seguía siendo incierto: en Georgia, los medios estadounidenses informaban de nueve muertos, dos de ellos en la ciudad de Americus. Una niña habría muerto en Missouri.
Según los Servicios Oceánicos y Atmosféricos estadounidenses (NOAA), no menos de 19 tornados golpearon el sur de los estados de Alabama, Missouri y Georgia.
Cadenas de televisión mostraban a primera hora de hoy imágenes de Enterprise con viviendas sin techos ni ventanas, árboles y cables de energía eléctrica caídos y automóviles dados vuelta.
«La devastación es completa», dijo el sheriff Russell Thomas a la cadena WSFA. «Es trágico», agregó.
Hay una «posibilidad» de que se encuentren más cuerpos, declaró a la CNN John Tallas, un responsable de los servicios de emergencia del condado.
Al amanecer de hoy un tornado generado por la misma tormenta golpeó directamente el hospital regional Murray Sumter en la localidad de Americus (Georgia), destruyó el parque de ambulancias y obligó a evacuar a 55 pacientes, según CNN.
Dos personas no vinculadas al hospital murieron en Americus, siempre según CNN.
Las noticias sobre los niños muertos en Alabama aparecieron ayer cuando el presidente George W. Bush –ampliamente criticado por su lenta respuesta al huracán Katrina en 2005– visitó Nueva Orleans para decirle a las víctimas del tornado que no se había olvidado de ellas.
«El gobierno está listo para ayudar», dijo el portavoz presidencial Scott Stanzel, agregando que Bush estaba «profundamente triste» por las muertes.
Autoridades federales anunciaron que estaban enviando ayuda de emergencia a las víctimas de Alabama y Missouri.