El informe oficial sobre empleo de agosto, publicado hoy en Estados Unidos, registró cifras mejores de las previstas y alivió el temor de una recaída de la economía provocada en julio por una serie de indicadores pesimistas.
La economía estadounidense destruyó 54 mil empleos el mes pasado, según datos ajustados de las variaciones estacionales. Sin embargo, los analistas habían previsto el saldo neto de destrucción de empleos a 120 mil, según la media de previsiones.
Por otro lado, tal como estaba previsto, la tasa de desempleo aumentó 0,1 puntos en agosto hasta alcanzar 9,6%, su nivel más alto desde el mes de mayo.
La publicación de estas cifras produjo un alza en las bolsas de París y Nueva York a media jornada.
Según estos guarismos, publicados por el departamento de Comercio en Washington, el empleo disminuyó en todo el país por tercer mes consecutivo, pero el sector privado continuó con la creación de puestos de trabajo, como cada mes desde principios de año.
Este mes, el sector privado registró 67 mil contrataciones netas, más de lo previsto.
El presidente Barack Obama saludó las «noticias positivas» sobre empleo, pero advirtió que ese avance aún no es suficiente.
Obama señaló que a pesar de la creación de 67.000 nuevos empleos en agosto, la tasa de desempleo subió ligeramente y se situó en 9,6%.
«Es una noticia positiva y refleja los pasos que hemos dado para salir de esta recesión», declaró Obama a los periodistas en la Casa Blanca.
«Pero no es suficientemente buena», agregó.
A dos meses de las elecciones de medio mandato, el jefe de la minoría republicana de la Cámara de representantes, John Boehner, destacó por el contrario que la economía había perdido empleos por tercer mes consecutivo. Y en ese sentido llamó al presidente a «cambiar de trayectoria».
Como en los meses anteriores, la destrucción de empleos se produjo, sobre todo, por la finalización de contratos estatales de determinada duración. En agosto había 114.000 personas con contratos a 10 años.
El departamento revisó en fuerte alza el número de contratos netos del sector privado en agosto. Pero la contracara de esta buena noticia es que las creaciones de empleos del sector privado parecen haber retrocedido en agosto, en momentos en que el gobierno, economistas e inversores esperan que las empresas generen puestos de trabajo para impulsar la recuperación económica.
«En resumen, ninguna novedad excepcional, pero podría haber sido peor», resumió Ian Shepherdson, economista del gabinete HFE.
«Las empresas continúan contratando pero lo hacen con poco entusiasmo», juzgó por su parte Joel Naroff, de Naroff Economic Advisors.
Como otros analistas, Naroff se alegra del alza de 0,2% del salario semanal medio, un signo, según él, de «una progresión aceptable de los ingresos». Podemos esperar que una parte sea «depositada» y es «improbable que la economía recaiga», agregó.
Una serie de indicadores pesimistas -o menos buenos que previstos- respecto al mes de julio (en particular en el sector inmobiliario) había reavivado los temores sobre el futuro de la recuperación económica estadounidense.