La exposición de fotos del actor Leonard Nimoy muestra el alter ego de quien hace más de cuarenta años fue Spock, el oficial de orejas puntiagudas de la nave «Starship Enterprise» de «Viaje de las estrellas».
Algunas personas han comprado fotografías de Leonard Nimoy sin saber quién es.
Lo más probable es que procedan de los raros lugares a los que no han llegado los episodios de «Star Trek».
Nimoy, que hace más de cuarenta años fue Spock, el oficial de orejas puntiagudas de la nave Starship Enterprise, es un sofisticado fotógrafo desde hace casi el mismo tiempo, y varios museos han coleccionado su trabajo.
Se dedica a la fotografía desde los trece años, cuando las revelaba en el baño familiar del West End de Boston. A principios de los años 70 estudió en la Universidad de California, Los íngeles, con Robert Heinecken, un fotógrafo conceptual tan riguroso, dijo Nimoy hace poco, que pensaba que si uno veía un cuerpo que caía del cielo no tenía que sacarle una foto a menos que ya se estuviera embarcado en el estudio de objetos voladores. Todo lo demás era periodismo gráfico.
A mediados de los años 70, Nimoy llegó a considerar abandonar la actuación para dedicarse por completo a la fotografía. Ahora, a los setenta y nueve años, dice que por fin dejó de trabajar en cine y televisión.
«En realidad había terminado mucho antes», dijo mientras almorzábamos en un café del Museo de Arte Contemporáneo de Massachusetts, el lugar de la nueva exposición.
«Pero acepté hacer la última película de «Star Trek» porque pensaba que el personaje de Spock no había tenido la oportunidad de un cierre.» De todos modos, si bien Nimoy se esforzó durante mucho tiempo en distanciarse de «Star Trek», en su trabajo fotográfico y en su vida en general -y hasta escribió un libro titulado «I Am No Spock»-, el personaje resultó ser tan difícil de eludir como el planeta Klingon.
Michael Kuseck, que posó para el proyecto más reciente de Nimoy, «Secret Selves», usando chapas de identificación de perro, tomando de una botella de whisky Jim Beam y tratando de parecer duro y con calle, dijo en relación con la primera reunión con el fotógrafo: «Ahí estaba, hablando con esa voz que conocía de toda la vida.» Agregó: «Cuando era chico, vivía imitando a Spock, todavía puedo mover las cejas.» «Secret Selves», una muestra de veintiséis fotos en color, once de ellas en tamaño natural, es la primera exposición individual de Nimoy en un museo importante.
Durante un par de días muy largos de 2008, fotografió a unos noventa y cinco residentes de Northampton, Massachusetts, a los que se había alentado a revelar su personalidad oculta de la forma que quisieran.
Un rabino llegó con el torso desnudo y vestido de cuero. Un ex infante de marina transgénero apareció en ropa de cancán.
El alcalde de Northampton llegó con una guitarra eléctrica, mientras que el gerente general de una firma publicitaria se vistió de mago.
En por lo menos dos de los casos, la experiencia de que se los fotografiara resultó transformadora.
Un escritor que posó con un violín pero al que hubo que enseñarle cómo se sostenía, empezó a tomar clases del instrumento. Tammy Twotone, el ex infante de marina transgénero, decidió dejar de hacer una doble vida.
Nimoy dijo: «Fue mucha la gente que contó que el proyecto la había llevado a preguntarse si tenía una doble vida, y algunos preguntaron por mi yo secreto.
¿Es una broma? Pasé sesenta años representando mis otras personalidades. Ya pasé por eso.»