Las universidades están introduciendo a íconos de la cultura pop en sus planes de estudios.
lahora@lahora.com.gt
Los fans de los cómics de Batman se han preguntado durante años por qué el super héroe no mataba a su archienemigo, el Joker, el «comodín» o «guasón» asesino. ¿Qué tiene esto que ver con una clase de filosofía?
A lo largo de los números de esta popular historia, héroe y antihéroe juegan al gato y el ratón: el Joker comete un crimen, Batman lo atrapa y lo detiene, pero, al final, siempre consigue escapar.
«Â¿No sería más fácil si Batman matase al Joker?; ¿qué le frena para hacerlo?» Así es cómo empiezan algunas clases de filosofía en Estados Unidos, según explicó la corresponsal de la BBC en Washington, Katie Connolly.
Según Connolly, las clases de estudios culturales y de medios de comunicación están introduciendo a íconos de la cultura pop en sus planes de estudios.
Los profesores de filosofía de EE.UU. encuentran que los superhéroes y los cómics son herramientas extraordinariamente útiles para ayudar a los estudiantes a pensar acerca de los complejos debates morales y éticos que han ocupado a los filósofos durante siglos.
De esta forma, los superhéroes están atrayendo a los estudiantes a una disciplina que a menudo se percibe de forma negativa y aburrida.
Tradición socrática
William Irwin, un profesor de filosofía del King»s College de Pennsylvania, considera que no hay nada raro en usar referencias populares para ilustrar las teorías complejas.
«Esto es lo que la filosofía ha tratado de hacer desde el principio (…) La filosofía empieza con Sócrates en las calles de Atenas llevando su mensaje a la gente y hablándoles en su idioma, con analogías agrícolas y la mitología común», explicó Irwin.
Sin embargo, a través de los siglos, los filósofos se alejaron de las calles para encerrarse en las academias y crearon un vocabulario enrevesado que puede parecer inaccesible para los estudiantes universitarios de primer año.
Para Christopher Robichaud, profesor de ética y filosofía política, los superhéroes pueden ayudar a las personas a lidiar con los dilemas éticos.
í‰l, por ejemplo, plantea en uno de sus ensayos si Peter Parker, el hombre que se convierte en Spiderman o el «hombre araña» tiene la obligación moral de utilizar sus poderes para ayudar a otros.
A través de ese ejemplo, Robichaud explica a sus alumnos que un consecuencialista argumentaría que Peter Parker tiene la responsabilidad moral de ser Spiderman para hacer el bien.
Robichaud asegura que esta es sólo una forma de introducir a los estudiantes la ética para que aprendan a aplicarla a las decisiones en su vida personal y profesional.
Pero, como suele suceder con las innovaciones, la incorporación de los superhéroes a los estudios de filosofía no está exenta de críticas.
El Profesor Mark White, de la Universidad de Nueva York, dice que está seguro de su trabajo con Batman y la filosofía «suscita algunas risas en los pasillos», pero matiza que no está enseñando la filosofía de los cómics, sino que usa las historietas para enseñar filosofía.
«No estamos sugiriendo que los cómics pueden sustituir a Platón y Descartes. El objetivo es que la gente se interese por la filosofía para hablar por primera vez a quien no está familiarizada con ella», afirmó por su parte Irwin.