Huyen de erupción del Sinabung


El volcán Sinabang despertó de su inactividad y provocó temor entre los pobladores. FOTO LA HORA: AFP ATAR

La nueva erupción del volcán Sinabung, que se despertó ayer después de casi 400 años de silencio en la isla indonesia de Sumatra, hací­a huir hoy a miles de personas y provocaba perturbaciones en el tráfico aéreo.


Unas 3 mil personas, que abandonaban sus poblados en las faldas del volcán, engrosaron las filas de las 21 mil evacuadas ya hacia 16 centros de socorro, anunciaron los servicios de emergencia.

«El volcán registró una nueva erupción a las 06h30 locales (23h30 GMT) que duró más o menos 15 minutos. El humo y las cenizas subieron hasta por lo menos 2.000 metros», indicó el vulcanólogo Agus Budianto.

Esta erupción fue más intensa que la de la ví­spera, cuando el volcán volvió a entrar en actividad después de cuatro siglos.

Imágenes de la televisión mostraban una espesa columna de humo negro elevándose hacia el cielo y la lava saliendo desde el cráter.

Unos testigos contaron que habí­a un fuerte olor a azufre y numerosos habitantes abandonaron sus viviendas incluso antes de recibir la orden de evacuar.

Las autoridades ordenaron evacuar una «zona de peligro» situada en un radio de 6 kilómetros.

Marsita Sembiring, una labradora residente en Sukanalu, a 4 km del volcán, abandonó precipitadamente su poblado el domingo, en compañí­a de sus cuatro hijos y de su marido.

La familia pasó el domingo en un refugio en Kabanjahe, a 20 km de su poblado, pero volvió a su casa en la noche para proteger sus bienes de los saqueadores.

«Volvimos al pueblo porque temí­amos que nos robasen. Llovió durante toda la noche y estábamos seguros de que el volcán se calmarí­a, decidimos entonces pasar la noche en casa», relató. Pero una nueva erupción el lunes en la mañana obligó a la familia a partir de nuevo.

«Hubo una nueva erupción esta mañana. Nos entró el pánico cuando vimos el humo que subí­a hacia el cielo y temí­ que fuese tóxico», agregó Sembiring.

Luego de la erupción del domingo, las cenizas se dispersaron hasta 30 kilómetros del volcán. Entre los evacuados, numerosos agricultores aseguraron que la ceniza cubrí­a sus plantaciones de legumbres.

Frente al peligro que supone la proyección de cenizas y de humo, se aconsejó a dos compañí­as aéreas que desviaran sus aviones de la zona.

Varios vuelos internos, provenientes o con destino a la zona, fueron anulados el domingo.

«El tráfico aéreo podrí­a verse afectado, depende de la dirección del viento», declaró el lunes Bambang Ervan, portavoz del ministerio de Transportes.

Se emitió una alerta el domingo en la isla de Sumatra, donde el volcán Sinabung entró en erupción por primera vez en 400 años.

La erupción del Sinambung, que culmina a 2.460 metros de altura en el norte de Sumatra, generó una espesa nube de humo negro y acre. Según los socorristas no se han registrado ví­ctimas, pero la agencia Antara, citando a la policí­a, informó de dos muertos por ataques cardiacos.

El Sinabung es uno de los 69 volcanes activos en el archipiélago indonesio.

«Esperamos que las erupciones hayan hecho disminuir la energí­a acumulada en el interior pero nos mantenemos en alerta», explicó Budianto.

Indonesia está situada en el «cinturón de fuego» del Pací­fico donde la actividad volcánica y sí­smica es muy importante. Durante el mes de agosto, el volcán del monte Karangetang (provincia norteña de Sulawesi) entró en erupción, provocando cuatro desaparecidos.