La ley de Messi


David Villa, adquisición del FC Barcelona para su delantera, anotó su primer gol en la Liga con los colores blaugranas. FOTO LA HORA: AFP Rafa Rivas

Los veranos se llenan de noticias, culebrones, novelas rí­o, galanes de carácter, que se decí­a en los tiempos del teatro verdadero. En el verano las toallas se llenan de fichajes frustrados, de contrataciones angelicales, «de puritanas de salón y tanguitas de serpiente», que dirí­a Joaquí­n Sabina (o Benjamí­n Prado, quién lo sabe), pero, al final, el primer partido de cada temporada se parece al último de la anterior casi como dos gotas de agua.


Ibrahimovic se equivocó cuando quiso convertir un asunto futbolí­stico en una cuestión personal con Guardiola. No entendió nada de lo que pasa en el Camp Nou. Pudo decir que el Barí§a es un equipo particular, hasta cierto punto sectario, difí­cil para un extranjero, entregado a su cantera, esclavo de un estilo que definió Cruyff. La hinchada habrí­a entendido su enfado y también su salida por la dificultad que representa integrarse en un club tan exclusivo en el que marcar 22 goles no sirve para ganarse el respeto. Incluso le habrí­a agradecido su aportación, su tanto al Madrid y hasta su suplencia a favor de Bojan cuando el equipo ganó la Liga.

La sumisión del sueco en la cancha contrastó con su rebeldí­a en las oficinas. Quiso salvar su pellejo y disparó al entrenador, el punto neurálgico del campeón, la figura que provoca la cohesión interna del barcelonismo. Ibrahimovic ni siquiera llamó mal entrenador a Guardiola, sino que le despreció con el calificativo de filósofo.

A Guardiola, un técnico de momento local ante la universalidad de Mourinho, se le puede discutir como entrenador porque algunas de sus decisiones son opinables. Ayer, por ejemplo, prefirió jugar con Abidal de central y Maxwell de lateral, seguramente para dar salida a la pelota desde la banda izquierda, cuando se supone que es más fiable la pareja Puyol-Piqué por más problemas fí­sicos que tengan. A muchos les escuece todaví­a la falta de feeling que tuvo con Eto»o o la ruina que pueden suponer para el club operaciones como las de Ibrahimovic o Chigrinski. Hay muchas cosas de Guardiola que no gustan y se le pueden reprochar, más allá de si sobreactúa o no ante la prensa.

No se puede dudar, sin embargo, de su filosofí­a futbolí­stica, de su capacidad para entender el juego ni de saber qué le conviene al barcelonismo. Nadie ha interpretado mejor los silencios de Messi que Guardiola. El entrenador actúa en representación de Valdés, de Xavi, de Iniesta, de Messi…, y los jugadores responden en la cancha, como ayer: Valdés paró un penalti, Xavi enhebró el fútbol cuando era preciso abrir el partido, Iniesta marcó un golazo y asistió a Messi para que metiera el 0-1 nada más empezar y Villa cerró el marcador como exigí­a el guión para que la función resultara perfecta para el Barí§a de Guardiola y, por extensión, de Messi.

A Ibrahimovic, ya en Milán, le habrí­a venido bien escuchar a Villa en Santander porque habrí­a entendido los motivos de su desencuentro con Guardiola: «Quien no se acople a Messi no puede jugar en este equipo». Villa sabe de Messi por Xavi, por Iniesta, por Valdés. Ya querí­a fichar el año pasado por el Barí§a para sustituir a Eto»o y la negativa del Valencia provocó indirectamente la llegada de Ibra. Ahora a quien le toca aguardar es a Cesc, que también entiende que encajarí­a porque nació en La Masí­a y viene jugando en la selección.

Quien quiera jugar en el Barí§a deberá someterse a la ley de Messi, autor del gol número 131 con su zamarra. Los misterios de La Pulga, inescrutables para Ibrahimovic y Maradona, son un libro abierto para Guardiola.

Mourinho, en cambio, acaba de empezar en el Madrid y es lógico que aún no haya dado con el equipo. Los madridistas no pasaron del empate en Mallorca en un partido muy abierto. Hay que ir muy atrás, hasta enero, para encontrar un dí­a en el que el Madrid se haya quedado a cero. Le faltó ser más concreto ante el imbatible Aouate en una jornada inicial de signo visitante por cuanto respecta a los más fuertes.

Mascherano pasó reconocimiento médico


El argentino Javier Mascherano pasó reconocimiento médico con el Barcelona en una clí­nica de la ciudad a primera hora de la mañana. El jugador, superado el test, firmará esta tarde su contrato por cuatro temporadas, a razón de 5,5 millones de euros por cada una de ellas.

El jugador lucira el número 14 que la pasada temporada llevó el francés Thierry Henry y será presentado a partir de las 19:00 horas. Mañana viaja hasta Argentina, para incorporarse a la selección de Sergio Batista que el dí­a 7 de septiembre se enfrentará, en partido amistoso, a España en Buenos Aires.

TABLA


Equipo Pts. PJ G E P Dif.

Sevilla FC 3 1 1 0 0 3

Barcelona 3 1 1 0 0 3

Espanyol 3 1 1 0 0 2

Valencia 3 1 1 0 0 2

Bilbao 3 1 1 0 0 1

Real Sociedad 3 1 1 0 0 1

Almeria 1 1 0 1 0 0

Deportivo 1 1 0 1 0 0

Mallorca 1 1 0 1 0 0

Osasuna 1 1 0 1 0 0

Real Madrid 1 1 0 1 0 0

Zaragoza 1 1 0 1 0 0

Atlético 0 0 0 0 0 0

Sporting 0 0 0 0 0 0

Hércules 0 1 0 0 1 -1

Villarreal 0 1 0 0 1 -1

Getafe 0 1 0 0 1 -2

Málaga 0 1 0 0 1 -2

Levante 0 1 0 0 1 -3

Racing 0 1 0 0 1 -3