La mano dura que recordamos y conocimos los guatemaltecos ha sido únicamente la que la dictadura militar usó para reprimir a los intelectuales de izquierda que los criticaban y denunciaban la corrupción. Porque a los delincuentes jamás les han dirigido mano dura, pues siempre han sido brazo derecho de quienes necesitan reprimir asesinando a opositores, en ese caso las instituciones de seguridad. Por ejemplo de 1970 a 1974 el gobierno de Arana dirigió una mano dura en contra de los pueblos zacapanecos que apoyaron la rebelión de Turcios Lima y Marco Antonio Yon Sosa, como el caso de los cien desaparecidos en Río Hondo; el río Motagua era el botadero de cadáveres, pues en esa región hacia Izabal se libraron muchas batallas, los cadáveres de los caídos eran rapados y rasurados los vellos de todo el cuerpo, también torturaron a miembros del PGT que se entregaron en la amnistía de 1972 para que mostraran las viviendas de quienes no aceptaron la amnistía. En el occidente, previo a la llegada de ARANA al poder, asesinaron a los antiguos dirigentes agrarios que habían participado en la reforma agraria de Arévalo y Arbenz, pagaron Q10 por cabeza a quien señaló sus viviendas. Y todo porque temían que Arévalo volviera al país para postularse como candidato. En 1974, los diputados oficialistas de la dictadura militar emitieron una ley electoral que no permitía que civiles fuesen candidatos a la presidencia de Guatemala, únicamente lo podían ser militares del rango Coronel hasta General, de esa manera evitaron que el ex alcalde de la capital, Colom Argueta, se postulara por una alianza de izquierda
A partir de 1976, cuando se dedicaban a atender a los damnificados por el terremoto, se inició una mano dura contra dirigentes del FUR; el secretario de la organización, licenciado Manuel Colom Argueta, sufrió un atentado en 1977.
Pero la mano dura más trágica dirigida contra la izquierda dio inicio en 1978. En junio secuestraron y asesinaron a miembros del sindicalismo agrupados en la CNT, y luego asesinaron a líderes estudiantiles, entre ellos Oliverio Castañeda, a quien se le acercó un policía militar que le gritó ¡que vive la revolución, compañere! Y lo acribilló. Continuando en enero de 1979, asesinando entre ellos al doctor Alberto Fuentes Mohr, y el 22 de marzo asesinaron a quien unificaba a la izquierda, Manuel Colom Argueta. Dieron una batida contra periodistas y locutores, especialmente contra los del radionoticiero El Independiente. A partir de este momento, cuando ya no había líderes que denunciaran las atrocidades cometidas por los gobiernos militares corruptos, iniciaron el arrasamiento de las comunidades indígenas del occidente de Guatemala; se suponía que era por el apoyo brindado a la guerrilla, pero ustedes se habrán dado cuenta en las elecciones que no existe tal relación, la realidad era que tenían que despejar el área que inundaría la represa de Chixoy, quedarse con la franja transversal del norte, explotar a cielo abierto las minas, pero la gente se opuso a ser despojada de una tierra que durante miles de años les había pertenecido en herencia cultural, pues no tenían la costumbre de tener escrituras, pues eso fue algo que trajeron los conquistadores. Siempre ha sido así lo de la represión o mano dura nunca va dirigida contra delincuentes sino que va contra el pueblo, por ejemplo en 1954 después de la caída de Arbenz, la gente que había recibido su parcela fue asesinada a machetazos acusada de comunista, luego en 1960 durante el gobierno de Ydígoras y el de facto siguiente, asesinaron a más personas para quitarles sus tierras, para recuperar las tierras nacionales y entregarlas a manos privadas oligarcas o bien para no pagarles su tiempo de servicio.
En el período electoral ganado por Portillo fue la primera vez que ofrecieron mano dura los actuales demagogos, entonces unos delincuentes que tomaban en una cantina, se alegraron mucho y se dijeron «te preparas porque vamos a tener trabajo», pensando que se iba a reestablecer la represión contra la clase política izquierdista, afortunadamente la presencia de MINUGUA, los ACUERDOS DE PAZ y la cordura prevalecieron, y la mano dura fue dirigida al estilo CEREZO-SERRANO (como que él estuviera actualmente gobernando) es decir contra los fondos del Estado. Ya no sigan engañando al pueblo. Ofrecen el remedio, pero previo están poniendo el mal; el tiempo los ha delatado, incluso hubo quien una vez ofreció acabar con las maras y esas aun no existían en el país, pero al día siguiente las casas de los militantes del partido de ese candidato aparecieron pintarrajeadas con símbolos mareros ¡Qué coincidencia!
Y así es joven, usted que apenas cumple los 34 años y no sabe lo que es mano dura, se lo cuento para que no se equivoque, pues lo que el país necesita es Paz con libertad, como dijera Colom Argueta, pero debe ser una libertad con disciplina.