El número uno norcoreano, Kim Jong-Il, se reunió con el presidente chino, Hu Jintao, en un hotel de Changchun, noreste de China, ante de emprender regreso a su país, anunciaron este sábado los medios surcoreanos.
«El presidente Hu, que se encontraba en algún lugar del noreste chino, viajó a Changchun para reunirse con el presidente Kim», declaró de forma anónima un responsable de los servicios secretos surcoreanos al diario Chosun.
«El presidente Kim debe regresar normalmente (a Pyongyang) este mismo sábado en un tren especial», añadió.
El dirigente norcoreano, cuyos desplazamientos se efectúan en el mayor secreto, habría obtenido el aval de su aliado chino a su sucesión por su propio hijo menor, además de una ayuda financiera de Pekín, aseguran los medios surcoreanos.
Esta segunda visita del dirigente norcoreano a China en lo que va de año, aparentemente acompañado de su hijo menor y probable sucesor Kim Jong-Un, según Yonhap, se produce mientras se aceleran las especulaciones sobre la sucesión de Kim Jong-Il.
La televisión YTN y la agencia de prensa surcoreana Yonhap indicaron que un convoy de unos 20 coches, protegido por diez vehículos de la seguridad china, dejó el hotel a las 09H05 locales (00H05 GMT) para dirigirse a la universidad agrícola de Changchun.
Con anterioridad, un camión que se supone transporta los equipajes de allegados a de Kim Jong-Il abandonó el hotel en dirección a la estación de Changchun, donde se encuentra el tren especial del número uno norcoreano, indicó Yonhap.
Citando fuentes diplomáticas, la agencia surcoreana indicó el viernes que Kim Jong-Il podría reunirse en Changchun con el presidente Hu Jintao.
Las habitaciones y salas de reunión del hotel de Changchun «estaban todas reservadas», había precisado un responsable del hotel, y estaban previstas «discusiones de alto nivel», según otro responsable.
Otros responsables surcoreanos aseguraron que Kim Jong-Il regresaba a Pyongyang este mismo sábado tras obtener de Pekín una ayuda diplomática y económica masiva para su economía tambaleante, afectada por graves inundaciones.
Según el responsable de los servicios secretos surcoreanos, «China parece que ha querido mostrar ante Estados Unidos y Corea del Sur su fuerte alianza con el Norte (Corea del Norte)», después de la serie de ejercicios militares norteamericanos-surcoreanos en el mar Amarillo.
Estas maniobras se realizaron después del torpedeo de un buque de guerra surcoreano en marzo pasado, atribuido a Pyongyang, con un saldo de 46 muertos.
El ex presidente norteamericano Jimmy Carter abandonó Corea del Norte el viernes con un conciudadano suyo encarcelado en el país asiático, del que obtuvo la liberación.