Netanyahu propone negociaciones cara a cara con Mahmud Abas


El primer ministro israelí­, Benjamin Netanyahu, se propone dirigir personalmente las negociaciones directas de paz que se reanudarán el 2 de septiembre en Washington, y abogó por encuentros regulares cara a cara con el presidente palestino Mahmud Abas.


Netanyahu ha sugerido que esos encuentros directos se hagan «dos veces al mes», e informó de su propuesta, también transmitida a Washington, a varios de sus ministros y altos consejeros.

La cumbre del 2 de septiembre, apadrinada por el presidente estadounidense Barack Obama, servirá para reanudar las negociaciones directas israelo-palestinas, suspendidas desde la vasta ofensiva militar israelí­ en la franja de Gaza entre diciembre de 2008 y enero de 2009.

Netanyahu subrayó que para que tengan éxito, las negociaciones «deben realizarse entre dirigentes» y con la mayor discreción posible, según una fuente gubernamental, que requirió el anonimato.

Las negociaciones buscarán una solución al conflicto, aunque por el momento los desacuerdos se mantienen en todos los grandes temas: las fronteras y los poderes del futuro Estado palestino, la suerte de las colonias judí­as en la Cisjordania ocupada, la cuestión de los refugiados palestinos de 1948 y el estatuto de Jerusalén Este, donde los palestinos quieren instalar su capital.

Netanyahu comenzó el jueves por la tarde a formar el grupo de negociadores que iniciará las negociaciones directas, anunció un comunicado de su oficina. El grupo estará dirigido por el delegado especial del primer ministro para las negociaciones, el abogado Yitzhak Molcho, encargado desde hace meses de los contactos con Washington para retomar las conversaciones directas de paz.

Este estrecho colaborador de Netanyahu, curtido en misiones delicadas, fue el primero de los consejeros del primer ministro en reunirse con el histórico lí­der palestino Yaser Arafat en 1996, durante el primer mandato del lí­der del partido derechista Likud.

El equipo no incluye al ministro de Relaciones Exteriores, el ultraderechista Avigdor Lieberman, quien según la prensa israelí­ ni siquiera se desplazará a Washington el 2 de septiembre.

Por otro lado, el emisario estadounidense Dennis Ross se encontraba este viernes en Jerusalén para intentar acercar posiciones sobre la colonización judí­a, antes de la cumbre del 2 de septiembre.

Ross llegó el jueves por la noche a Israel y se entrevistó con el ministro de Defensa Ehud Barak, según su ministerio.

El emisario podrí­a arbitrar un acuerdo sobre la moratoria de diez meses a la construcción en las colonias israelí­es, que expira el 26 de septiembre.

Un posible acuerdo serí­a dejar que se siga construyendo en los grandes bloques de colonias que Israel quiere acabar anexionándose, y prolongar la moratoria en las colonias aisladas, que cuentan con menos población.

El proyecto suscita el rechazo del lobby de los colonos y del ala radical del gobierno de Netanyahu. Dada la correlación de fuerzas, el primer ministro está bien situado para imponerse.

La Autoridad Palestina sin embargo exige una congelación total de la colonización, y rechaza toda distinción entre bloques de asentamientos y colonias aisladas.

Tras resignarse a participar en las negociaciones sin obtener las garantí­as que esperaba sobre la colonización, la Autoridad Palestina ha advertido que la reanudación de las obras significará el cese inmediato de las conversaciones de paz.