Aprovechando el espacio de Opinión de LA HORA «Tribuna no Mostrador», envío la presente opinión confiando en que será publicada, elaborada hastiada de guardar un silencio público muy parecido a la estupidez ante tanto abuso gubernamental, al constante insulto a la inteligencia popular que aletarga intencionalmente la memoria histórica, a la pretendida con fines aviesos de Reformar la Constitución Política de la República (iniciativa de Ley 4028) en un momento coyuntural, al desnivel político económico y social en que nos tienen, y el no sentirme representada por quienes declaran representar a la Sociedad Civil, permitiéndome reflexionar y afirmar con certeza que el silencio se agota.
La arrogancia y prepotencia del criollo alcalde ílvaro Arzú Irigoyen no tiene límite, embriagado por la lisonja, el que impunemente le hayamos permitido robar y privatizar los servicios públicos esenciales, abrogarse el derecho de nombrar a una obra pública «Presidente Jorge Ubico», sátrapa, tirano, represivo, déspota, nazifascista, que encarcelaba, flagelaba, asesinaba y aplicaba la Ley Fuga a sus opositores, explotador de obreros, indígenas y campesinos, quienes padecían o morían de hambre y cansancio en la construcción de edificios «hechos por Ubico», caminos, carreteras y fincas «Ganado Humano», que a la juventud hacia desfilar en su cumpleaños.
Cuando tengo que ir a la Municipalidad o a las Oficinas Centrales del IGSS, mi memoria me obliga a ver y recordar el espacio donde estaba la Penitenciaria Central donde constantemente era llevado y flagelado en sus «mazmorras» mi padre Humberto Pineda por no estar de acuerdo con el ubiquismo, recordar la angustia de mi madre «Laurita Pineda» y el nombre de un Roderico Anzuelo, esbirro que ordenaba y participaba en la tortura, la ejecución de la Ley Fuga; ejemplo que siguieron y perfeccionaron con premeditación, alevosía y ventaja Enrique Peralta Azurdia, el pollino, que posterior a torturarlos, inició las desapariciones forzadas con los «28 Desaparecidos», Germán Chupina, Manuel de Jesús Valiente Telles, Arredondo…. en la etapa de Represión de Estado contra la población que cuentan miles de asesinatos, secuestros, torturas y desapariciones forzada entre los que se cuentan mis hermanos Pineda Aldana: Humberto 1966, Luis Arturo 1976 y Rita Josefina 1985.
Estos monstruos ¿en qué Orden serán homenajeados por Arzú Irigoyen?