Ataque suicida de islamistas


El piso del hotel Mona donde ocurrió el ataque suicida, quedó teñido de rojo por la sangre derramada. FOTO LA HORA: AFP Mustafa ABDI

Al menos 30 personas, incluyendo a seis legisladores, murieron en un ataque suicida de dos insurgentes islamistas (shebab) en un hotel de Mogadiscio hoy, en el segundo dí­a de una ofensiva contra las fuerzas gubernamentales y tropas de la Unión Africana.


Dos atacantes, vestidos con uniformes de las fuerzas gubernamentales, irrumpieron a primeras horas de la mañana en el vestí­bulo del hotel Mona, donde abrieron fuego indiscriminadamente contra todas las personas que se encontraban allí­, según los testigos, interrogados en el lugar por el corresponsal.

«Treinta personas murieron en el ataque. Seis son miembros del Parlamento somalí­ y cuatro son altos funcionarios del gobierno», indicó el viceprimer ministro Abdirahman Haji Adab Ibbi.

«Las otras 20 ví­ctimas son civiles inocentes que murieron en este horrible incidente», precisó.

El hotel se encuentra a poca distancia de Villa Somalia, la presidencia somalí­, y del Parlamento, en una zona alejada de la lí­nea de frente y teóricamente protegida por el gobierno de transición (TFG). Esta instalación, que recientemente fue renovada, aloja habitualmente a numerosos diputados y jerarcas del TFG.

Las puertas de todas las piezas del establecimiento fueron abiertas o rotas por los atacantes, incluso las de los baños. Los funcionarios que fueron al lugar tuvieron que taparse la nariz para evitar el hedor a carne carbonizada y el humo.

Los dos kamikazes mataron a los guardias de seguridad y luego entraron al edificio de tres pisos.

«Abrieron fuego contra todo el mundo. Era imposible escapar. Yo tuve mucha suerte, me apuntaron pero tuve tiempo de saltar por la ventana y sobreviví­», dijo Adan Mohamed, un empleado de este hotel.

«La gente gritaba, era el pánico total. Cuando vieron que ya no quedaba a nadie para matar, subieron a la terraza y comenzaron a disparar contra las fuerzas de seguridad que cercaban el lugar», según este testigo.

De acuerdo con uno de los soldados presentes, los atacantes sacaron los explosivos que llevaban encima. «Los dos tipos estaban en la terraza, uno cerca del otro, gritando «Alahu Akbar» (Dios es grande). Parece que uno de ellos mató a su compañero al activar su chaleco» de explosivos, dijo.

El portavoz shebab, Sheij Ali Mohamud Rage, reivindicó este ataque durante una conferencia de prensa telefónica.

«Nuestras unidades de comando llevaron a cabo este ataque», dijo.

El ministro de Información, Abdirahman Omar Osma, el presidente del parlamento, Sharif Hasan Sheij Aden, así­ como el jefe de AMISOM, Bubacar Gausu Diarra, condenaron «este ataque contra civiles inocentes».

El lunes por la tarde, los shebab lanzaron una gran ofensiva contra las fuerzas del TFG y sus aliados del AMISOM.

Después de un breve perí­odo de calma durante la noche, violentos combates se reanudaron de madrugada en varias lí­neas de frente, dejando al menos 29 muertos entre los civiles y un centenar de heridos, según el servicio de ambulancias de la capital.

El TFG acusó a los shebab de haber matado a 15 civiles con disparos de morteros contra barrios habitados. Por el momento no hay ningún balance sobre las pérdidas de los beligerantes.

Los enfrentamientos disminuyeron de intensidad al promediar la jornada, para cesar a primeras horas de la tarde. Aparentemente, las lí­neas de frente no cambiaron y ninguno de los beligerantes progresó en forma significativa.

El mercado de Bakara, un bastión islamista en el sur de la capital, permaneció cerrado, y los tanques de AMISOM tomaron posición en varias encrucijadas del norte de la ciudad.

Los shebab, simpatizantes de Al Qaida, llevan a cabo regularmente ataques contra las fuerzas gubernamentales en Mogadiscio. Sin embargo, esta nueva ofensiva en pleno Ramadán «contra los invasores cristianos y el gobierno hereje» pareció tener mayor magnitud que los enfrentamientos habituales.

Los shebab controlan la mayor parte del centro-sur de Somalia. El TFG sólo controla algunos barrios de Mogadiscio, con el apoyo de 6.000 soldados ugandeses y burundeses de AMISOM, desplegados en sectores estratégicos como el aeropuerto, el puerto, la presidencia y varias encrucijadas importantes.