Esa alternativa es el amanecer del futuro, libre, soberano y de desarrollo de nuestras naciones indo, afro, hispanoamericanas, que fue propuesta por el revolucionario venezolano, Hugo Chávez, hace nueve años, para evitar a los pueblos de Nuestra América su sujeción al Plan imperialista de los Estados Unidos de América, írea de Libre Comercio de las Américas (ALCA).
Y, ante los actuales preparativos de los halcones del país del Norte, para hacer la guerra contra Venezuela, a fin de erradicar del poder el régimen socialista del presidente Chávez, es del caso clamar por la inmediata solidaridad de todos nuestros países al pueblo de Venezuela y su gobierno, e impedir esa tropelía imperial, tanto más que estamos obligados con los ideólogos y adalides de Nuestra América, Simón Bolívar y José Martí, por el pronóstico del primero:
«Los Estados Unidos parecen destinados por la Providencia para plagar la América de miserias a nombre de la libertad»
Así, también por haber reconocido El Libertador, hace casi dos siglos, que a la cabeza de este Continente existía -y trágicamente sigue existiendo- una nación muy rica, muy belicosa y capaz de todo: Yanquilandia.
Y el seguidor de Bolívar, en este siglo, a nombre suyo y de sus compatriotas venezolanos, ha proclamado: «PARA NOSOTROS LA PATRIA ES AMí‰RICA», entonces, los que somos americanos debemos acuerpar a Venezuela, ante esa posible agresión.
Así como Chávez revive a Bolívar; en Cuba, Fidel Castro ha revivido a José Martí. Por lo cual no fue casual el encuentro de ambos, en diciembre de 2001, en la Isla de Margaritas, con ocasión de la III Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de la Asociación de Estados del Caribe. Y, allí, Chávez dio a conocer a Fidel Castro su idea bolivariana.
Cuatro años después, los dos dirigentes caribeños formularon ese plan continental contra el plan imperial ALCA y lo terminaron después de una noche de intensa labor, habiéndole denominado ALBA, por haber sido concluido al brillar los primeros rayos del sol, y porque como sigla era la justa representación de su histórico y grandioso cometido: ALTERNATIVA BOLIVARIANA PARA LAS AMí‰RICAS.
Respecto al contenido y propósito del plan, me parece apropiada la opinión del escritor Félix López, del personal de la Revista Patria, venezolana, (No. 18, abril, 207)
» (…) Había nacido así la propuesta de unir a los países de América en un solo bloque económico, político y social; un proyecto que resume los principios rectores de una verdadera integración latinoamericana y caribeña basada en la justicia, la solidaridad, la equidad, la cooperación, la complementariedad, la voluntad común de avanzar, el desarrollo equitativo y el respeto a la soberanía y autodeterminación de los pueblos, con énfasis en el desarrollo humano y social, además del político y económico.
Ideológica e históricamente, el ALBA está sustentado en el pensamiento de los próceres latinoamericanos: Simón Bolívar, José Martí, Antonio José de Sucre, Bernardo O»Higgins, José de San Martín, Augusto César Sandino, entre otros, sin nacionalismos egoístas ni políticas nacionales restrictivas, que nieguen el objetivo de construir la Patria Grande Latinoamericana que soñaron los héroes de nuestras luchas emancipadoras.»
Y para poder construir esa Patria Grande, es indispensable desarticular el capitalismo sustentante del imperialismo y erradicar a nivel mundial la égida de la política neoliberal.
A la fecha nueve países integran el ALBA (Venezuela, Cuba, San Vicente, Las Granadinas, Antigua, Mancomunidad de Dominica, Nicaragua y Ecuador), pero cuenta con la cordialidad de Bolivia, Brasil y otros países. Además, su influencia en el Continente ha tenido como resultado la creación y el funcionamiento de otros mecanismos de integración regional, como UNASUR, el Banco del Sur y el complejo PETROCARIBE, integrado por Venezuela y países centroamericanos y del Caribe.
Los guatemaltecos debemos exigir a nuestro Gobierno su adhesión al ALBA y de no hacerlo, concertarnos con firmeza contra las políticas del ALCA y, actuar solidariamente con otros países del Continente, para impedir la agresión militar a Venezuela.