ONU pide ayuda para Pakistán


Sobrevivientes de las inundaciones descansan en un lugar seco en Shah Jamal, aldea ubicada en la provincia de Punjab. FOTO AFP / Banaras KHAN

El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, dijo que Pakistán se enfrenta a un «tsunami en cámara lenta» y llamó al mundo a ayudar a los millones de ví­ctimas de las inundaciones, advirtiendo que los militantes islamistas podrí­an aprovecharse de la crisis.


Ban Ki-moon dijo durante una reunión de emergencia de Naciones Unidas para recaudar fondos para Pakistán que el mundo tiene el deber de ayudar a los millones de personas que quedaron sin techo a causa de las inundaciones que devastaron una quinta parte del paí­s.

«Es una de las mayores pruebas de solidaridad global», dijo Ban en la reunión de la Asamblea General, añadiendo que Pakistán se enfrentaba a un «tsunami en cámara lenta».

Aunque las previsiones meteorológicas anuncian una disminución de las lluvias monzónicas, las consecuencias de las inundaciones devastadoras que dejaron 1.500 muertos van a sentirse durante años.

Pakistán y Estados Unidos temen que los militantes islamistas extremistas se aprovechen del descontento social para realizar acciones para su causa.

«Me paro frente a ustedes en representación de los 20 millones de paquistaní­es devastados por las inundaciones», dijo el ministro de Relaciones Exteriores paquistaní­, Shah Mehmood Qureshi, en Nueva York.

«El trastorno masivo generado por las inundaciones y las pérdidas económicas de millones de paquistaní­es tiene que ser solucionado urgentemente. No podemos permitir que esta catástrofe se convierta en una oportunidad para los terroristas».

Pakistán, armado nuclearmente, tiene una población de 167 millones de habitantes y vive en estado de alerta a causa de los extremistas islámicos.

Washington afirma que su frontera porosa con Afganistán permite el refugio de los insurgentes islamistas en guerra hace nueve años con los estadounidenses.

Pero Pakistán lucha también contra sus propios talibanes, que han causado 3.570 muertos en los últimos tres años.

En un mensaje de video, la secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, llamó a la generosidad del mundo diciendo que este era un momento definitorio «no sólo para Pakistán sino para todos nosotros».

Clinton aumentó la ayuda estadounidense a 150 millones de dólares, mientras que los británicos planean duplicar sus donaciones a más de 99 millones de dólares.

Hay ocho millones de personas que necesitan comida, refugio y agua potable en momentos que crece el temor de la propagación de enfermedades como el cólera, la fiebre tifoidea y la hepatitis.

Las inundaciones destruyeron pueblos, granjas e infraestructura, y la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) dijo que más de 650.000 familias se quedaron sin techo.

En los campamentos para desplazados, los sobrevivientes luchan con el calor, la falta de higiene y los mosquitos.

Muchos partieron de sus casas tan sólo con lo puesto o con bolsos en sus espaldas y se ven obligados a tomar agua contaminada.

Quereshi calculó el daño económico de las inundaciones en 43 millones de dólares y el Financial Times informó hoy que Pakistán pedirá al Fondo Monetario Internacional (FMI) una restructuración del préstamo de 10.500 millones de dólares de 2008.

El Banco Asiático de Desarrollo (BAD) dijo dará 2.000 millones de dólares para reparar rutas, puentes, escuelas, casas y toda la infraestructura, y el Banco Mundial prometió un préstamo de 900 millones de dólares.