Aerolí­nea Lufthansa, acusada de ocultar su pasado nazi


Lufthansa, primera compañí­a aérea de Alemania, se defiende de las acusaciones de haber intentado silenciar sus actividades durante el régimen nazi, sacadas a luz este verano (boreal) por un documental transmitido por televisión.


Pese a ser una compañí­a civil, Lufthansa cooperó con el régimen nazi. Así­, durante la guerra, reparó aviones de la fuerza aérea, pero en la cronologí­a oficial de su sitio internet (http://konzern.lufthansa.com/en/history) subraya los vuelos hacia paí­ses neutros y omite referirse a los trabajos forzosos.

Al igual que la mayorí­a de las empresas alemanas, empleó mano de obra forzosa (unos 10.000 hombres y mujeres originarios de territorios ocupados), rememora un documental transmitido este verano por el canal francoalemán Arte y el alemán ARD.

La pelí­cula se basa en una investigación histórica encargada por Lufthansa en 1999 tras varias denuncias presentadas en Estados Unidos por ex trabajadores forzosos. El documental detalla las sumamente difí­ciles condiciones de trabajo de estas personas, en particular cuando vení­an de Europa Oriental o de la Unión Soviética.

«Me habí­an prometido publicar un libro con mi trabajo de investigación, pero no lo hicieron y nunca me dieron ninguna explicación al respecto», declaró a la AFP Lutz Budrass, historiador de la universidad de Bochum (oeste), quien estimó que lo que descubrió también debe haber «aterrado» a Lufthansa.

A fines de julio, el estudio fue puesto en lí­nea en la página web interna de la empresa. Además, afirma Lufthansa, también está disponible gratis para quien lo solicite.

La compañí­a aérea considera no ser responsable en términos legales de lo ocurrido durante el nazismo. La compañí­a anterior fue cerrada por los Aliados en 1950. La nueva se fundó en 1953 con el mismo nombre, logotipo y gran parte de los empleados de la anterior.

«Lufthansa tendrí­a que dejar de hacer como si no tuviera nada que ver con lo ocurrido antes de su refundación (…) y tratar de atender a sus ex trabajadores forzados. Una gran compañí­a deberí­a ser un poco más generosa», según Budrass.

Christoph Weber, autor del documental, conoció a ex obreros forzosos de Lufthansa o a familiares de los mismos, en Polonia o Ucrania. Algunos de ellos cobraron indemnizaciones y otros no. «Lufthansa nunca les pidió perdón y eso es para ellos una humillación», afirmó.

Al igual que 6.500 empresas alemanas, Lufthansa ayudó a financiar la fundación Memoria, Responsabilidad y Futuro (EVZ), que pagó 4.400 millones de euros de indemnización a más de 1,6 millones de trabajadores forzosos durante el nazismo en Europa.

Otras empresas, como Volkswagen, contactaron con sus ex trabajadores forzosos y edificaron monumentos en su memoria, indica Weber.