A los lectores que después de leer esto se tomen un momento para reflexionar sobre lo que estamos haciendo con nuestro futuro.
Cuando nos preguntan ¿qué es lo bonito de nuestra Guatemala? respondemos: Nuestros volcanes, nuestros ríos, lagos, ruinas mayas etc… nos llena de orgullo decir que tenemos riqueza cultural y natural, pero, si alguien nos pregunta ¿qué hacemos para conservarlo bello que podríamos decir?, ya lo pensó bastante, dígase a usted mismo qué hace para mantener al país de la «Eterna Primavera» tan bella como cuando usted era niño(a), se recuerda de aquel río en el cual se podía ir a cortar las hierbas para el almuerzo, a bañar o a pescar, se recuerda de los árboles frutales que abundaban y que nadie le prohibía irse a comer un sabroso mango o alguna otra fruta, o simplemente se recuerda que antes todo estaba más limpio.
Estoy seguro que usted se recuerda que antes nadie tiraba basura en la calle, porque sus papás le enseñaron a no hacerlo, a saludar al vecino cuando pasaba frente a usted, a ayudar al anciano porque ya sus fuerzas se acabaron, ¿se recuerda de todas las cosas que nuestros padres y abuelos nos enseñaron alguna vez? Tómese su tiempo para recordar, bueno, pero a lo que quiero llegar es ¿qué le ha enseñado usted a sus hijos?, con mucha tristeza veo cuando los niños a temprana edad tiran la basura en las calles o por la ventana de la camioneta, o del carro, porque ven que sus padres también lo hacen, el comportamiento de un niño es el resultado de lo que los padres inculcan en ellos ¡RECUí‰RDELO! Ellos no saben que lo que están haciendo está mal, si usted no se los dice y no les da el ejemplo, como queremos cambiar que nuestras calles, carreteras, paisajes, ríos, lagos y todo lo bello que tiene nuestro país se arruine a causa de que nosotros perdimos la moral de cuidar lo que Dios nos ha dado.
Veo con mucho coraje cuando voy parado en el bus y ven que un anciano que apenas camina o una mujer que está en gestación va parada y ningún «caballero» se levanta para darles el asiento, ¿cómo creemos que será nuestro futuro cuando nuestros hijos imiten lo que estamos haciendo? Qué pensaríamos si fuéramos nosotros ese anciano o fuera nuestra esposa la mujer que está en gestación de nuestro hijo(a) y nadie se levante para dar ese «lujoso» asiento, veo como la envidia y la prepotencia se ha apoderado de nuestras vidas y nadie hace nada para cambiar eso y cómo cambiarlo si nos burlamos del que se porta cortésmente, es cierto que nuestra situación nos pone en desconfianza, pero no es justificación para perder la AMABILIDAD que la que tanto hablamos en nuestra religión sea cual sea.
Queremos que nuestros descendientes vivan en un país donde el tirar basura, el cuidar nuestro lugar y en el que no me importan los demás sea lo más común o que aún viva la alegría de bañarse en un río, la cortesía y la bondad sea lo que todos los jóvenes y adultos practiquen, yo sé que algunos pensarán y de qué me sirve ser así si nadie me lo agradecerá, no lo haga por esperar una recompensa, hágalo porque eso es lo correcto y porque allá arriba si hay alguien que le presta más atención de lo que imagina.
Estudiante de Ciencia Política, Universidad de San Carlos de Guatemala.