La primera humanidad antediluviana se corrompió en maldad de pensamiento, corazón y acciones; e hizo venir sobre ella el castigo de la inundación de las aguas sobre toda la tierra. No sin que antes que eso sucediera, Caín el fratricida ante el temor de que cualquiera que lo hallare a él lo mataría, por haber matado a su hermano Abel; Dios el Creador de los seres humanos, le puso una señal, tatuaje o estigma para que NO CUALQUIERA LO MATARA, sino por quienes correspondiese hacer cumplir el castigo judicial.
La segunda y actual humanidad, iniciada por el patriarca Noé con los ocho miembros de su familia; y la fauna sobreviviente dentro del Arca, recibió también del mismo Dios, el pacto humano de convivencia y principal mandamiento, de tener respeto a la integridad del hombre, mujer y niños, para que nadie derramara su sangre por cualquier deseo de pecado y medios violentos; haciendo con la humanidad entonces por venir, para prevenirla, el pacto perpetuo siguiente contra la violencia. 1º. «Crezcan, fructifiquen, progresen, y multiplíquense para llenar la tierra. Y para ello fueron dispersados tras el intento de la construcción de la Torre de Babel.
2º. El temor y el miedo de vosotros estarán sobre todo animal de la tierra, las aves del cielo y todos los peces del mar. 3º.Todo lo que tiene movimiento y vida, así como las legumbres y hierbas les servirán de alimento. 4º. Lo único que no deben comer es la carne con su alma, es decir con su sangre. A la sangre de ustedes y a su alma pediré cuenta de ello: A cualquier animal que la derrame; y la muerte de un ser humano la cobraré del hombre, de ella pediré cuenta al hombre hermano suyo. Cualquiera que derrame sangre humana, su sangre será derramada, porque Dios creó al hombre a imagen suya.» 5º. No habrá más aguas diluviales para acabar toda carne, y quedó establecido este pacto entre Dios y la descendencia de Noé, por siglos perpetuos. Génesis 9.
Desde entonces la muerte de un ser humano el mismo DIOS de Justicia, prometió que la demandaría para cobrarla acá mismo en la tierra; además del Juicio Verdadero en la vida después de la muerte natural establecida para todos. Esto quedó prescrito antes que existiesen los preceptos iniciales de derechos humanos de convivencia en la Ley de Moisés con sus Diez Mandamientos, y su reglamentación en la Biblia.
Roto el Pacto del Creador por los seres sin Dios en esta humanidad; ahora, tras cada suceso de muertes que se lamentan en el mundo y a diario en nuestro país; se piensa: ¿Qué se puede hacer? Se ora al Dios de la vida y de todo juicio y justicia verdadera, pidiendo luz y poderes pertinentes para que se resuelvan los problemas con mejor sabiduría; y no haya más violencia, robos, asaltos, secuestros y terrorismo con resultados de muertes y más muertes; sin ver ninguna luz de esperanza porque se ha perdido el concepto de Nación y de gobernabilidad.
Sin Autoridad y Justicia para el cumplimiento de las leyes existentes en el control de la violencia, se ha llegado a la anarquía que es el peor de los defectos que se le puede achacar a cualquier gobierno; y la ciudadanía está bajo sombra de muerte con mayor zozobra cada día, y súper sensibilidad a todo temor. De nuevo se está viviendo como en los días de Noé.
Las bandas como el pecado o el crimen mismo, siempre han existido. Ya el Rey David decía: «La violencia se ha levantado y dominado contra dominador. Mira al pacto, porque los lugares tenebrosos de la tierra están llenos de habitaciones de violencia. «Las asociaciones del bajo mundo han crecido con nombres modernos de: narcos, cártel, crimen organizado, terrorismo, maras, etc. que hasta ahora, tardíamente, son conocidas como asociaciones ilícitas por las leyes; y se pretende castigarlas y sentenciar como delitos; pero todavía está por verse con el Poder Judicial.
Nuestro país, Guatemala, ha sufrido gobiernos que han retrasado su mejor desarrollo humano, social y económico. Las democracias corrompidas e impúdicas unas, disfrazadas e impunes las otras; ocultan su debilidad en falsas premisas de humanismo farisaico, legalista y espiritualidades fanáticas; y dejan que los populachos con nombres de «clase trabajadora» huelguista en instituciones del Gobierno, «sociedad civil», y las anárquicas en las vías de comunicación urbanas y carreteras; busquen resolver las situaciones; y así destruyen a la Nación, tanto como las acciones del bajo mundo en general. ¿Dónde está el concepto de Nación? Hay también un «periodismo farisaico», que en abuso de la libertad de expresión, busca poner peor la cosa pública y las situaciones delictivas en el país, al darle importancia, beligerancia y crédito sistemático, a señalamientos desestabilizadores del orden humano y legal establecido; no ciertos ni formadores de mejores y más exactas opiniones constructivas; como sí lo hacen los dos grandes y antiguos periódicos escritos de la iniciativa privada guatemalteca.
Se ha arrebatado la autoridad y se le discute a quienes deben de tenerla. Al Ministerio de Gobernación el derecho de iniciativa, decisión y su cumplimiento; dando la sensación de que se le ha dejado solo, subestimado por sus mismos gobernadores, alcaldes y policías; sin reconocimiento ni apoyo. Se desmerece al Gobernador de la capital y resto de la República, su valor de autoridad en las tarjetas de identidad para las personas de la tercera edad, arrebatándosela los transportistas del Transurbano, sin ser ellos autoridad de crédito para el caso; para declararlas sin valor por las que ellos idearon para su conveniencia, y qué pena que hasta se haya influido al alcalde Arzú en el Transmetro; haciéndole más complicada la existencia a las personas de este sector; para el que él mantiene una alta consideración y estimación muy humana.
Por lo demás: empleados ordenan a sus empleadores, como en el Ministerio de Salud Pública, dizque es sindicalismo: y se oponen y ordenan a quienes los han creado, autorizado y sustentan. Total todos son arreglistas del mundo, desarreglando su pequeño país.
El rey David y los profetas bíblicos, sobre la violencia clamaban de esta manera: «Señor: son tiempos de angustia, el malvado rabiosamente persigue al humilde; pero ha de quedar atrapado en trampas que él mismo ha ideado. Se jacta de sus propios deseos, maldice y desprecia tu Señorío sobre él. El malvado insolente levanta la nariz y dice: No hay Dios. No hay quien me pida cuentas. Eso es todo lo que piensa, que jamás tendrá problemas. Su boca está llena de maldiciones, de mentiras y de ofensas. Se pone al acecho esperando el momento de caer sobre el inocente. El malvado cree que Dios se olvida y que nunca ve nada». «Â¿Por qué, Dios mío, han de burlarse los malos, pensando que nunca habrás de pedirles cuenta? ¡Pídeles cuentas de su maldad, hasta que no quede nada pendiente! ¡Que el hombre hecho de tierra, no vuelva a sembrar el terror! Mira el trabajo y la vejación, para dar la recompensa con tu mano. A ti se acoge el desvalido. Tú eres el amparo del huérfano, Quebranta tú el brazo del inicuo y persigue la maldad del malo, hasta que no quede ninguno. A fin de que no vuelva más a hacer violencia el hombre de la tierra. La violencia se ha levantado en vara de maldad; ninguno quedará de ellos, ni de su multitud, ni uno de los suyos, ni habrá entre ellos quien se lamente.» Salmo 10:10.Ezequiel 7:11.