A Giammattei lo dejaron solo


El caso del doctor Alejandro Giammattei, ex candidato presidencial del conservador partido Gana, actualmente refugiado en la Embajada de Honduras por considerarse ví­ctima de una persecución polí­tica, es uno de los temas que más ha ocupado la atención de los guatemaltecos en los últimos dí­as.

Félix Loarca Guzmán

La orden de captura en su contra que los tribunales de justicia giraron el pasado lunes, como parte de la investigación relacionada con la ejecución extrajudicial de siete reos en la cárcel de Pavón en 2006, cuando fungí­a como Director General del Sistema Penitenciario, ha alentado posiciones encontradas sobre su responsabilidad o no en esos lamentables hechos de violencia.

Algunos analistas han llamado la atención en torno a la circunstancia que desde hace alrededor de un año, la Comisión Internacional Contra la Impunidad, CICIG, habí­a concluido las pesquisas, pero extrañamente el expediente no fue reactivado sino hasta ahora.

Durante todo ese largo perí­odo, otros de los sindicados por los sucesos trágicos en la prisión, quienes eran parte de la cúpula gobernante durante el régimen de los empresarios que encabezó el presidente Oscar Berger, lograron escapar hacia el extranjero radicándose en naciones muy lejanas. Incluso se comenta que uno de ellos adquirió la nacionalidad del paí­s en donde presuntamente podrí­a estar en Europa.

El caso del doctor Giammattei mueve a muchas reflexiones, algunas de ellas matizadas de un ingrediente polí­tico.

Una de las primeras conclusiones, es que a Giammattei lo dejaron solo. Hasta ahora no se ha conocido la solidaridad del ex presidente Berger, ni de los dirigentes del partido polí­tico que lo postuló como candidato presidencial en las elecciones generales de 2007. Los únicos que han estado preocupados por su situación son su esposa y demás familiares cercanos, así­ como su vocero personal.

La otra conclusión, es que con la orden de captura, ha quedado fuera del juego polí­tico, pues para nadie es un secreto que él continuaba abrigando la esperanza de volver a presentarse como candidato presidencial en las elecciones del próximo año.

Su futuro es incierto, ya que según lo que informó el presidente ílvaro Colom, el gobierno de Tegucigalpa, no le concederá el asilo polí­tico, por la ausencia de un motivo suficientemente sólido para ello.

Ayer trascendió que ante la posibilidad de una respuesta negativa de Honduras, Giammattei, inició gestiones de asilo ante funcionarios de la Embajada de Italia, ya que él desciende de una familia originaria de esa nación europea.

El caso es muy complicado. Por ahora, Giammattei continúa como «huésped de la Embajada de Honduras». í‰l sabe que si abandona la sede diplomática, será capturado.