Japón presenta a Corea


El primer ministro japonés, Naoto Kan, se disculpó hoy por los sufrimientos infligidos al pueblo coreano durante los 35 años de colonización de Corea por Japón.


«Expreso una vez más mi profundo remordimiento y mis disculpas sinceras por los sufrimientos y daños inmensos infligidos por el régimen colonial», declaró Kan.

«Como hemos visto a través de la resistencia feroz de los movimientos independentistas, el pueblo de Corea fue privado de su nación y cultura, y su dignidad en tanto que etnia resultó profundamente herida», añadió.

Esta declaración, aprobada por el Gobierno japonés de centroizquierda en una reunión celebrada por la mañana, coincide con el centenario, este mes de agosto, de la anexión de Corea.

Japón firmó un tratado de anexión el 22 de agosto de 1910 y lo llevó a la práctica el 29 de agosto del mismo año.

La colonización concluyó el 15 de agosto de 1945 con la capitulación de Japón al final de la Segunda Guerra Mundial. La pení­nsula coreana está dividida desde entonces, con un régimen comunista al norte y un régimen capitalista al sur.

Japón no tiene relaciones oficiales con Corea del Norte, pero reconoció a Corea del Sur en 1965 y le otorgó importantes fondos a cambio de que Seúl renunciara a pedir reparaciones por el perí­odo colonial.

«Quiero enfrentar la historia con dignidad. Quiero tener el valor de mirar los hechos históricos, aceptarlos con modestia y reconocer con honestidad nuestros propios errores», añadió el primer ministro japonés, un ex militante de izquierda convertido al liberalismo.

«Quienes infligieron sufrimientos tienen tendencia a olvidarlos fácilmente, mientras que quienes los han sufrido no puede olvidarlos», estimó.

«Japón y Corea del Sur comparten la democracia, las libertades, la economí­a de mercado y muchos valores más», agregó.

Tras publicar su declaración, Kan habló por teléfono con el presidente surcoreano Lee Myung-Bak.

«Esperamos que todos los japoneses compartan este punto de vista», afirmó por su parte el portavoz de la cancillerí­a de Corea del Sur.

Otros responsables japoneses han expresado su tristeza por los sufrimientos y las atrocidades infligidas en Asia por el régimen militarista nipón en la primera mitad del siglo XX.

El 15 de agosto de 1995, el primer ministro de la época, el socialista Tomiichi Murayama, expresó su «profundo remordimiento» y presentó «disculpas sinceras» a todos los paí­ses asiáticos colonizados.

Sin embargo, los vecinos de Japón dudan de la sinceridad de estas disculpas oficiales y reprochan a ciertos dirigentes conservadores que sigan negando estos crí­menes y acudiendo al controvertido templo de Yasukuni, en Tokio, que honra la memoria de 2,5 millones de soldados caí­dos por Japón y también la de 14 criminales de guerra condenados a muerte por los Aliados después de 1945.