Alemania cierra mezquita vinculada a atentados del 11/09/2001


La policí­a cerró una mezquita en Hamburgo, Alemania que habí­a sido frecuentada por varios de los autores de los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos debido a que el templo seguí­a siendo utilizado para reclutar miembros para la Yihad (guerra santa).


«Hamburgo no puede ser una cuna para los islamistas violentos», declaró el responsable del Interior del gobierno regional de Hamburgo, Christoph Ahlhaus, durante una conferencia de prensa.

Al alba, la policí­a habí­a registrado la mezquita Taiba, en el centro de la ciudad, perquiriendo los domicilios de los responsables de la asociación cultural del mismo nombre, que depende de la mezquita y que también fue prohibida.

«Cerramos hoy la mezquita Taiba porque algunos jóvenes estaban siendo alentados a volverse fanáticos religiosos. Una asociación que se decí­a cultural se aprovechaba sin vergí¼enza de nuestro estado de derecho democrático para reclutar para la «guerra santa», explicó Ahlhaus.

La mezquita Taiba, ex mezquita Al Qods, habí­a sido frecuentada por Mohammed Atta, el principal autor de los atentados del 11 de septiembre en Nueva York y Washington, y por varios de sus 18 cómplices, según los servicios de seguridad.

«La mezquita Taiba fue un emporio del yihadismo durante años», y apoyó la «guerra santa» mediante la propaganda, la logí­stica, y la recolección de fondos, continuó el responsable.

La mezquita y la asociación que depende de ella buscaron radicalizar a los fieles mediante prédicas, seminarios y publicaciones en internet, según el responsable.

La mezquita sirvió también como punto de encuentro «para un grupo que en la primavera de 2009 partió de Alemania para combatir en la frontera afgana-pakistaní­», agregó.

Al menos una de estas personas se unió al «Movimiento islamista de Uzbekistán», y publicó luego un video de propaganda en internet.

Hamburgo, la segunda ciudad de Alemania, alberga una comunidad musulmana importante y sirvió como base de reclutamiento y base de preparación de los atentados del 11 de septiembre.

El gobierno de Alemania, paí­s que participa junto a Estados Unidos en la guerra en Afganistán, teme que se produzcan eventuales atentados islamistas en su territorio y advierte desde hace años sobre la radicalización de los jóvenes.

En febrero, la policí­a federal anunció que habí­a realizado redadas en todo el paí­s para capturar islamistas sospechosos de haber incitado a un centenar de personas a radicalizarse y a irse al exterior para recibir entrenamiento militar.

En abril, las autoridades alemanas anunciaron que estaban vigilando a unas 1.100 personas con un «potencial terrorista islamista» en el paí­s. Ya habí­an afirmado que el número de «voluntarios» en los campos de entrenamiento habí­a aumentado considerablemente desde 2009.