Ya no desfilan los rutilantes fichajes del Madrid por la pasarela ni el Barcelona contraataca con trueques millonarios. El club blanco se fí­a a la mano de Mourinho, que no ficha nombres (Pedro León, Di Marí­a y Khedira), sino jugadores que cubran los puestos enclenques, y el azulgrana se encomienda de nuevo al criterio de Guardiola, que también tapa agujeros, pero no se explaya en las incorporaciones (Villa y Adriano), con la economí­a más que apretada. Pero el juego es más de lo mismo.

El Madrid tira de su pegada y el Barí§a se escuda en el pase. Dos estilos armoniosos de igual resultado. Ambos coparon la Liga el año anterior y ambos resuelven, por el momento, los entuertos y escollos que les presenta la pretemporada.

Ausentes todaví­a los mundialistas, que hoy regresan al tajo, a la selección, porque el miércoles hay un amistoso de España en México que les impide prepararse para la Supercopa, el Barí§a persiste en su concepto del juego. No importa medirse al Valerenga noruego, el Guoan chino como ayer o el Sevilla la próxima semana. El equipo de Guardiola, con el 4-3-3, antepone la construcción al tiro porque entiende que una cosa es consecuencia de la otra. Toca y toca hasta el área rival, escudado en el juego posicional. Un estilo que absorben de bien niños y que ahora plasman los canteranos. Como los que deslumbran en la pretemporada. «Son muy jóvenes, pero no me puedo quejar de nada», convino ayer Guardiola. Si algo falla, está Messi, siempre pletórico.

Funciona también el Madrid, que persiste en la pegada como seña de identidad. Mou aboga por el 4-2-3-1 con las llegadas desde atrás, bien de los extremos, bien desde la segunda lí­nea. Se ha ganado enteros en organización y se mantiene la gazuza por el triunfo. Pero no se reivindican los teóricos suplentes o aquellos jugadores en tela de juicio al tiempo que se postulan como candidatos Pedro León y Canales. Menos entonado parece Di Marí­a. Se aguarda con ilusión, en cualquier caso, a Khedira para completar una medular de arrea con Xabi Alonso; Higuaí­n no perdona ni por casualidad en la definición y Cristiano Ronaldo sigue al frente.