BP da últimos toques para sellar el pozo


La fuga de la plataforma del BP se halla cerrada, según la empresa. FOTO LA HORA: AFP BP

Tras tapar con cemento el pozo que provocó una gigantesca marea negra en el Golfo de México, la petrolera británica BP se aboca ahora a terminar los pozos de derivación para poner fin a la mayor catástrofe ambiental en la historia de Estados Unidos.


«Este no es el final, pero prácticamente nos asegura que no habrá ninguna posibilidad de fuga de petróleo en el medioambiente», dijo el almirante Thad Allen, responsable del gobierno estadounidense en las operaciones contra el derrame, luego de que la petrolera británica terminara de tapar el pozo con cemento el jueves.

BP anunció que ahora prosigue con el operativo «bottom kill»: la construcción de pozos de derivación para sellar la parte inferior del pozo dañado, bajo la supervisión de las autoridades estadounidenses.

La operación de cementación fue una de la últimas etapas del procedimiento «static kill» para tapar definitivamente la fuga de crudo en el Golfo de México, tras el éxito de una primera parte de sellado con lodo para empujar el petróleo hacia el fondo del pozo, realizada el martes.

Según BP, es probable que para mediados de agosto el primer pozo de derivación se adose al pozo averiado.

El derrame de crudo comenzó tras la explosión el 20 de abril de la plataforma «Deepwater Horizon», que dejó 11 muertos y hasta fines de julio vertió 780 millones de litros de petróleo a las aguas del Golfo de México, lo que constituye la peor catástrofe ambiental en la historia de Estados Unidos.

Y pese a que el problema comienza a solucionarse, la incertidumbre sigue invadiendo a las poblaciones afectadas por el derrame, que afectó los ecosistemas y la economí­a de cinco estados del sur de Estados Unidos: Alabama, Florida, Luisiana, Mississippi y Texas.

Las autoridades advirtieron que las consecuencias sobre el medioambiente podrí­an sentirse durante los próximos años, incluso décadas.

Jane Lubchenco, titular de la Administración Nacional de asuntos Oceánicos y Atmosféricos (NOAA), advirtió que la flora y fauna submarinas se vieron afectadas por el derrame durante tres meses y sufrirán en términos de población los efectos de la contaminación durante «años y posiblemente décadas».

Los pescadores del Golfo están preocupados por lo que encontrarán cuando finalmente se permita volver a la actividad, y también se preguntan si los consumidores estarán dispuestos a comer su pesca, o si los turistas volverán a éstas playas.

«No se puede superar el clima de incertidumbre que persiste en el mar», dijo Matt O»Brian, dueño de un muelle de procesamiento de camarón y cangrejo en la ciudad costera de Venecia, Luisiana.

«Hay una enorme presión sobre BP para que afirme que todo está bien ahora. Pero lo que me da miedo, al igual que a otras personas por aquí­, es que de golpe todo el mundo -BP, la Guardia Costera, policí­a, equipos de limpieza – abandonarán este lugar», dijo Todd Goodman, otro residente de esa ciudad que trabaja para el gobierno local y administra un parque de casas rodantes.

De ser considerada culpable de negligencia, BP podrí­a tener que pagar hasta 17.600 millones de dólares de multa. La firma también previó un fondo de 20.000 millones de dólares para indemnizar a particulares o empresas afectadas.