Japón lanzó hoy su cuarto satélite radar espía y otro satélite experimental de observación con los que, por primera vez, podrá vigilar diariamente todo el planeta, sobre todo a los vecinos que más le preocupan, Corea del Norte y China.
El lanzamiento del cohete H2A que transportaba a ambos satélites se realizó a las 13H41 locales (04H41 GMT), en la base espacial de Tanegashima (sur de Japón), precisó un portavoz de la Agencia Japonesa de Exploración Espacial (JAXA).
El lanzamiento se efectuó normalmente y ambos satélites fueron correctamente puestos en órbita, precisó poco después JAXA en un comunicado.
La misión tuvo que ser aplazada en dos ocasiones en los últimos meses, debido a las malas condiciones meteorológicas reinantes, explicó la Agencia nipona, al tiempo que el primer ministro japonés, Shinzo Abe, se congratulaba por el éxito de la misma.
«Espero que el desarrollo espacial de nuestra nación seguirá acumulando éxitos que hagan de Japón un país dotado de tecnologías espaciales sofisticadas», afirmó Abe en un comunicado.
Los lanzamientos fueron decididos por el gobierno nipón a principios de 2006, debido a su gran preocupación por el programa nuclear y los misiles de Corea del Norte, así como por el programa espacial de China.
Tokio hizo pública en enero su «gran inquietud» después de la confirmación de una prueba de un arma antisatelital por parte de Pekín.
China se convirtió con ese ensayo en el tercer país, después de Estados Unidos y la ex Unión Soviética, en poder derribar un objeto en el espacio.
El nuevo satélite radar en órbita completará una flota de otros tres más que ya recogen información militar y que hacen que Japón pueda vigilar a todo el planeta una vez al día.
Por su parte, el satélite experimental cuenta con equipos ópticos destinados a probar nuevas tecnologías para futuros modelos.
Las autoridades niponas decidieron dotarse de satélites espía poco después del primer lanzamiento de un misil balístico Taepodong realizado por Corea del Norte en 1998.
Japón ya puso en órbita dos primeros ejemplares, radares y ópticos conjuntamente, en marzo de 2003. En noviembre de 2006 lanzó un tercero.
La entrada en funcionamiento de este último fue prevista en un primer momento para diciembre de 2003, pero el cohete H2A que debía ponerlo en órbita tuvo que ser destruido diez minutos después de su despegue debido a un fallo técnico.
Tras ese contratiempo –más humillante porque se produjo sólo un mes después del primer vuelo espacial humano realizado por China– los japoneses se vieron obligados a suspender todos los lanzamientos de cohetes H2A durante más de un año, precisamente hasta el 26 de febrero de 2005.