Plan Colombia en Afganistán


Objetivo. Los operativos militares estadounidenses en Afganistán tienen dos objetivos: los talibanes y el cultivo de amapola.

El presidente estadounidense, George W. Bush, optó por aplicar a Afganistán las recetas del Plan Colombia de lucha contra la droga y la guerrilla, en medio de dudas sobre las posibilidades de éxito del modelo colombiano, cuyos resultados siguen siendo cuestionados en Washington.


Bush designó recientemente a su embajador en Bogotá, William Woods, como su nuevo representante en Kabul, tras anunciar a principios de mes un nuevo plan para Afganistán centrado en la lucha contra los talibanes y el creciente cultivo de amapola para la producción de heroí­na.

Wood «ha sido nuestro representante en Colombia (durante cuatro años) y creemos que va a llevar con él su experiencia» a Kabul, aseguró al Congreso la secretaria de Estado, Condoleezza Rice, al tiempo que pidió una nueva prolongación del Plan Colombia, vigente desde hace seis años.

El jefe del Estado Mayor Conjunto de Estados Unidos, Peter Pace, elogió «el modelo colombiano», mientras el gobierno del presidente Alvaro Uribe incluso ofreció sus consejos a la OTAN, cuyos miembros europeos se negaron a implicarse en el paí­s sudamericano pese a las solicitudes norteamericanas.

En Washington, el traslado del modelo colombiano al paí­s musulmán reavivó el debate sobre los resultados del polémico Plan Colombia, que costó a Estados Unidos 3.600 millones durante los últimos seis años y logró unos resultados sobre los cuales las opiniones están divididas.

El Gobierno estadounidense no deja de elogiar a su mayor aliado en la región por sus resultados, pese a haber reconocido en 2005 que los cultivos de coca aumentaron un 26% en el paí­s andino, a pesar de las campañas de fumigación.

En declaraciones a la AFP, el vicepresidente del Diálogo Interamericano, Michael Shifter, emitió serias dudas sobre las posibilidades de éxito del «Plan Afganistán».

El analista admitió que ambos paí­ses tienen un problema de producción de droga, una guerrilla que controla zonas del paí­s y gobiernos que son estrechos aliados de Washington.

«Pero no tienen el mismo nivel de desarrollo. Colombia es la democracia más vieja de Sudamérica, mientras en Afganistán todaví­a se está construyendo una nación», subrayó.

Por otra parte, «la lógica de destruir la producción y cultivos de droga no funciona. Puede lograr avances en un momento dado, pero no se puede sostener si el Estado no es fuerte y capaz», advirtió.

Al igual que el New York Times, que dijo que Colombia era «un modelo equivocado para Afganistán», Daniel Restrepo, del Center for American Progress, cercano al Partido Demócrata, recordó los nexos entre polí­ticos y paramilitares colombianos en Colombia que acaban de forzar la renuncia de la canciller Marí­a Consuelo Araujo.

«Si Colombia, un paí­s con larga tradición democrática, ha sido puesta en peligro, el desafí­o para una democracia en ciernes como la afgana es todaví­a mayor», advirtió.

Los republicanos, por su parte, respaldan la estrategia de Bush para Afganistán: Ileana Ros-Lehtinen, la copresidenta del influyente Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara de Representantes, escribió una carta a Rice con otros tres colegas suyos para recomendar varias medidas inspiradas en el Plan Colombia.

«Debemos nombrar a un coordinador de alto nivel para la polí­tica contra el narcotráfico y el terrorismo en Afganistán a fin de desarrollar una campaña antidroga y antiterrorista similar a la que aplicamos actualmente en Colombia», pidieron.

La carta recomienda asimismo «un rápido entrenamiento por parte de las tropas de élite de la policí­a nacional colombiana de sus homólogos afganos», cuyo gobierno es un estrecho aliado de Washington desde que las tropas de Estados Unidos derrocaron al régimen talibán en noviembre de 2001.

Los congresistas pidieron asimismo la extradición a Estados Unidos de capos de la droga y el desarrollo del comercio con Kabul, dos medidas también aplicadas a Colombia.

«William Wood ha sido nuestro representante en Colombia durante cuatro años y creemos que va a llevar con él su experiencia a Kabul», aseguró Condoleezza Rice, secretaria de estado.