Alejandro Sinibaldi, del Partido Patriota, en esta entrevista pone en perspectiva el tema de la seguridad de la Capital y la indiferencia que el administrador del municipio de Guatemala muestra para no poner manos a la obra para cooperar con la seguridad ciudadana.

LH: Los ciudadanos, especialmente en la capital, son testigos y ví­ctimas de una ola de violencia sin precedentes. ¿Qué lectura hace de esta situación?

R: La inseguridad es catalogada por las encuestas y por la población como el principal problema del paí­s. El 71 por ciento de los guatemaltecos dicen que es el mayor fracaso de este Gobierno. En promedio mueren 20 personas diariamente. Ese es el escenario general. En el contexto capitalino, el tema es aún más complejo, ya que con estadí­sticas nacionales, el 60 por ciento de los asesinatos, el 65 por ciento de los robos y asaltos, y el 85 por ciento de los asesinatos de pilotos se focalizan en la Capital y dos municipios del departamento de Guatemala. Ante todo esto, el Gobierno ha sido incapaz de dar respuesta a esta problemática.

LH: La falta de efectividad por parte de las autoridades, ¿se debe a desconocimiento del tema o falta de voluntad, o a ambas?

R: A varios factores. La seguridad no es una prioridad para el gobierno de ílvaro Colom. A defensa y seguridad ciudadana se le da menos dinero que al pago de deuda pública. Y si lo comparamos con servicios sociales, casi llega a ser siete veces mayor que el presupuesto que se le asigna a seguridad. Lo que vemos en esa falta de interés y se ejemplifica en cómo desfilan ministros de Gobernación, incluso, uno de ellos huyendo con orden de captura, otro con graves señalamientos y otro con una medida precautoria debido al tema del Registro Nacional de las Personas. Ese es el tipo de gente que ha estado al frente de la seguridad del paí­s y eso refleja la falta de prioridad del tema para el Presidente.

LH: Entonces, ¿podemos decir que el lema de campaña fue un engaño para ganar la elección?

R: A casi dos años y medio de las elecciones nos damos cuenta que el lema de campaña, que decí­a: «la violencia se combate con inteligencia», no se ve por ningún lado, y eso no lo dice Alejandro Sinibaldi, lo dice la población, las encuestas y el sentir general de los guatemaltecos. El 80 por ciento de las ofertas hechas por ílvaro Colom se han quedado básicamente en eso, en ofertas. Se catalogó en un inicio como el Presidente de los pobres, pero los í­ndices de pobreza no mejoran, y por el contrario, van para abajo.

LH: ¿Es todo eso falta de voluntad?

R: Creo que es una muestra de falta de liderazgo y de carácter, y una muestra de la dualidad de mando que existe en este Gobierno. El Presidente Colom, antes que gobernar, prefirió trabajar para un proyecto electoral y se olvidó de su trabajo. Es una muestra de que no pueden haber dos cabezas en un Gobierno, una muestra de la improvisación y de la falta de equipo que llevó ílvaro Colom a la Presidencia.

LH: ¿La dualidad y el planteamiento del proyecto electoral es la causa del fracaso?

R: El culpable del fracaso de ílvaro Colom es él mismo, porque más que apostar por gobernar para los guatemaltecos, apostó por un proyecto electoral de su señora esposa y todas las acciones de su Gobierno van encaminadas al proyecto de ella. Eso permite que los recursos y las energí­as del Gabinete se vayan hacia los proyectos de la señora y obviamente, ella tiene un proyecto muy particular que no tiene nada que ver con el tema de seguridad, el desarrollo económico o la inversión, sino con crear una base electoral con programas clientelares y populistas.

LH: Frente a los pobres resultados de las polí­ticas y planes de seguridad del Organismo Ejecutivo, ¿qué otras opciones existen para combatir la inseguridad?

R: He hecho una propuesta clara, de frente y puntual al alcalde ílvaro Arzú, ante la incapacidad del Gobierno para enfrentar la ola de asesinatos en la capital. El Alcalde siempre ha dicho que el tema de la seguridad no es su problema, pero hay un mandato de velar por los capitalinos que él recibe al ser el Alcalde y al ser el responsable del Gobierno de este municipio.

LH: ¿Considera que la Municipalidad de Guatemala debe responsabilizarse por la seguridad ciudadana en el área de su jurisdicción?

R: Sí­, pero no sólo de las zonas 10, 13, 14 y 15, ni un alcalde que se preocupe por dos pasitos a desnivel y unos cuantos jardines; el proyecto del alcalde Arzú ya caducó, porque le está dando la espalda a grandes necesidades que hoy ponen en peligro la vida de los guatemaltecos que vivimos en la capital.

LH: ¿Qué herramientas tendrí­a la comuna para asumir esta responsabilidad?

R: Hoy, Emetra y la PMT tienen que pasar a una siguiente etapa, con más funciones. Segundo, las cámaras de la capital tienen que convertirse en los ojos que cuiden a los guatemaltecos. Tercero, la base municipal de más de 700 comités de barrio, 14 alcaldes auxiliares y un número similar de alguaciles. En las áreas marginales no hay alumbrado público y los estudios demuestran que donde hay luz se reducen los í­ndices de criminalidad.

LH: ¿Qué factores negativos o adversos encuentra en esta posibilidad?

R: El principal es que Arzú, después de ser Alcalde, Presidente y después de llevar otros dos perí­odos como alcalde ya se cree dueño de la verdad absoluta, y ya no escucha recomendaciones; se vuelve prepotente y sobre todo, no acepta los errores. Tal el caso de los dos agujeros que se han abierto en esta capital, por los que ha sido incapaz de aceptar que son su responsabilidad.

LH: ¿Considera que el Organismo Ejecutivo deberí­a transmitir la responsabilidad y los recursos para los planes de seguridad a más comunas, para que cada una se encargue de la gobernabilidad regional?

R: Creo que el problema está focalizado en la capital y tres municipios que son Mixco, Villa Nueva y Santa Catarina Pinula. La Alcaldí­a tiene que jugar un rol importante en materia de seguridad en coordinación con el Gobierno, la Policí­a, el Ejército; el Alcalde tiene que asumir una responsabilidad.