El presidente italiano Giorgio Napolitano rechazó hoy la renuncia del primer ministro Romano Prodi y lo envió ante el Parlamento para buscar el voto de confianza, informó el portavoz de la presidencia.
«Me presentaré ante el Parlamento para solicitar la confianza lo más rápido posible», dijo Prodi tras el anuncio de la presidencia.
Nueve meses después de su nombramiento tras una estrecha victoria de la Unión de la Izquierda en las legislativas de la primavera de 2006, Prodi había presentado su renuncia tras ser puesto en minoría el miércoles en el Senado sobre el tema de las orientaciones de su política exterior.
«No hay más posibilidad» que el envío del gobierno ante el Parlamento para solicitar la confianza, explicó el jefe de Estado Giorgio Napolitano, quien mencionó la necesidad de una nueva ley electoral para obtener mayorías más coherentes.
Prodi habló de un «nuevo impulso» para su coalición «tendiente a ayudar al país en este momento difícil» y «reforzar» la recuperación económica en curso.
Según la prensa, el voto de confianza podría ocurrir el miércoles o el jueves. La mayoría de izquierda sólo dispone de un voto de ventaja en el Senado.
El jueves por la noche, Romano Prodi logró imponer a su mayoría –compuesta de unos diez partidos– un pacto de 12 puntos no negociables, sobre asuntos económicos, sociales y de política exterior, tales como la afirmación de la presencia de soldados italianos en Afganistán, que es cuestionada por la izquierda radical (Verdes y comunistas).
La izquierda se aplicó durante los dos días dedicados a consultas por el presidente de la República con todos los líderes políticos, el jueves y el viernes, a lograr la adhesión de senadores independientes para lograr la mayoría en la Cámara alta.
Sólo obtuvo un resultado con el compromiso de Marco Follini, tránsfuga del partido centrista UDC y ex ministro de Silvio Berlusconi, de votar «probablemente» la confianza al gobierno de Prodi para «evitar al gobierno y a la política la presión de las minorías».
El líder de derecha, Silvio Berlusconi, denunció por anticipado la ratificación del gobierno de Prodi, que, dijo, será «un gran mal para el país» y sólo «prolongará la agonía».
El pacto «no negociable» fue impuesto el viernes por Prodi a todos los líderes de los partidos de centro y extrema izquierda de su coalición en una reunión mantenida en la sede del gobierno italiano.
«Prodi ha recibido un mandato fuerte para continuar la acción del gobierno», dijo el viernes tras el encuentro el ministro de Relaciones Exteriores, Massimo d’Alema.
Prodi –cuya frágil coalición de centro-izquierda ganó las legislativas de abril de 2006 por un estrecho margen– fue «traicionado» el miércoles en una votación del Senado, precisamente sobre la política exterior de su gobierno.
Dos senadores comunistas desobedecieron la consigna de voto y se abstuvieron, causando así la reprobación del Senado al gobierno de Prodi.
Los comunistas sancionaron así la retirada de su apoyo al primer ministro debido a su oposición a que las tropas italianas se mantengan en Afganistán y a la ampliación de una base estadounidense en Vicenza (norte).
La acción provocó la inmediata dimisión de Prodi, cuyo gobierno tiene una cómoda mayoría en la Cámara de los Diputados, pero sólo un voto de ventaja sobre los conservadores en el Senado.