La primera dama de Estados Unidos, Michelle Obama, se instaló hoy en un lujoso hotel cerca de Marbella, en la Costa del Sol (sur de España), para disfrutar de unas vacaciones de cinco días con una de sus dos hijas, Sasha, de 9 años, y algunos amigos.
El presidente norteamericano, Barack Obama, que hoy cumple 49 años, se quedó sólo en Estados Unidos, ya que la otra hija de la pareja, Malia, de 12, se encuentra en un campamento de vacaciones.
Michelle Obama, con gafas de sol y vestida de negro, y Sasha aterrizaron hacia las 10H30 (08H30 GMT) en el aeropuerto de Málaga a bordo de un avión oficial de Estados Unidos.
De inmediato subieron a un coche todoterreno negro, y marcharon en dirección a un complejo hotelero de lujo de Benahavís, una renombrada estación balnearia cercana a Marbella.
Muchos curiosos y un centenar de periodistas se habían agolpado en las proximidades del hotel de cinco estrellas Villa Padierna, donde se habían desplegado numerosos policías y guardias civiles, según un fotógrafo de la AFP.
La primera dama de Estados Unidos se encuentra en Marbella «con amigos de larga data» en el marco de una visita privada en la que no participa el presidente norteamericano Barack Obama, según anunció la Casa Blanca.
Durante su estancia en España, Michelle Obama visitará al rey Juan Carlos y a la reina Sofía en Palma de Mallorca (archipiélago de las Baleares), el sitio habitual de vacaciones estivales de la familia real. El encuentro con los monarcas tendrá lugar el domingo, según medios españoles.
La delegación norteamericana reservó unas sesenta habitaciones en el Villa Padierna para alojar a Michelle Obama, a su hija, a sus amigos y al personal de seguridad que los acompaña, dijo esta mañana a la Radio Nacional de España (RNE) su propietario, Ricardo Arranz.
«Todo está listo», añadió Arranz, que gestiona la cadena hotelera internacional Ritz-Carlton.
El Villa Padierna, inspirado en los palacetes de la Toscana, es uno de los más prestigiosos hoteles de España. Está dotado de un golf, un spa, cinco restaurantes y está decorado con estatuas de estilo clásico, tapices en sus muros, antigí¼edades y fontanas de mármol.
La habitación más barata cuesta 250 euros. La primera dama norteamericana se instalará en una de las once villas de lujo del complejo hotelero, con jardín y piscina privados, habitualmente facturada en unos 6.000 euros la noche.
El sector turístico local se frota las manos ante esta excepcional publicidad gratuita, que debería dar lugar a un aumento de las reservas de turistas norteamericanos en la región.
La empresa española de relaciones públicas Oak Power Communication calculó que la visita de Michelle Obama generará unos 50.000 reportajes y publicaciones en los medios y unos 800 millones de euros de ingresos turísticos suplementarios para Andalucía.
Paraíso de la jet-set y de los jeque árabes desde que el rey Fahd de Arabia Saudita fuera asiduo, Marbella vio como su glamour se ensombrecía en los últimos años por la crisis, los escándalos de corrupción y una reputación de lugar preferido de las mafias de todos los colores.
La municipalidad de este viejo pueblo de pescadores hizo retirar una gran pancarta que decía «Welcome Obama Family», considerada inoportuna, que había instalado la víspera una empresa local.
La región de Andalucía propuso a Michelle Obama visitar la famosa Alhambra de Granada.