Los pobladores de los alrededores del lago de Atitlán viven una época de vacas flacas, debido al embate por la tormenta Agatha y la contaminación por la cianobacteria, que impacta en el problema, además de la crisis alimentaria.
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Los pobladores del departamento de Sololá ven difícil su situación económica y alimentaria, esto luego de la tormenta Agatha, la cianobacteria, y la crisis alimentaria, produciendo una baja en el turismo y en el consumo del agua del lago de Atitlán.
Piedad de León ílvarez, del municipio de Godínez en San Andrés Semetabaj, comentó que ven con mucha preocupación la poca importancia dedicada a salvar el lago de Atitlán.
«Ninguna entidad del Estado, ni los hoteles han hecho algo por el lago a pesar que este nos da de comer a todos, ya que no sacamos agua para el riego de las plantas ni para tomar porque está demasiado sucia».
El representante de la Pastoral Humana, Mauro Verzeletti, mencionó: «no hay políticas para la protección ecológica del lago, siendo esto muy serio, porque para las personas que viven en ese departamento esa es su fuente de ingresos, y esta desatención está provocando aún más la pobreza».
Pobladores dijeron que han tenido pérdidas incuantificables porque las ventas han bajado gradualmente conforme se hace mención de la cianobacteria y la contaminación que existe en ese departamento.
Leocadio Juracán, analista campesino, agregó que la pesca, el turismo y pequeños productores son los que están sufriendo las consecuencias de la contaminación en el lago.
«Si no se toman las medidas rápidamente, en Sololá se incrementara aún más la crisis alimentaria, pobreza, desnutrición y crisis económica; ante esto estamos promoviendo realizar siembras con fertilizante orgánico y no químico, para evitar la contaminación.»