Estados Unidos aumentó su presión sobre Irán a causa de su programa nuclear y exigió sanciones más severas de la ONU mientras el vicepresidente norteamericano, Dick Cheney, amenazaba el sábado con una acción militar si las gestiones diplomáticas fracasaban.
Cheney reiteró este sábado su apoyo a una solución diplomática de la crisis iraní, pero advirtió que «todas las opciones siguen en la mesa» para impedir «el grave error» que sería permitir que Irán desarrollase armas nucleares.
«Consideramos que sería un grave error que un país como Irán se convirtiese en potencia nuclear, declaró Cheney en Sydney, en una conferencia de prensa conjunta con el primer ministro australiano, John Howard.
«Todas las opciones siguen en la mesa», advirtió el vicepresidente. El viernes, en una entrevista para la cadena de televisión norteamericana ABC, Cheney dijo tres veces que «no descartaba ninguna opción», sugiriendo una eventual operación militar contra Irán.
Por otro lado, Irán restó importancia este sábado a la posibilidad de que Estados Unidos lance una acción militar contra su programa nuclear después de la amenaza velada de Cheney, pero afirmó que estaba preparado para todas las eventualidades.
«No nos parece que Estados Unidos se encuentre en posición para imponer otra crisis en la región a sus contribuyentes», dijo a los periodistas el ministro de Relaciones Exteriores, Manuchehr Mottaki. «La situación actual les ha costado mucho», agregó.
«Pero la República Islámica de Irán está preparada para dos alternativas. Nosotros preferimos la segunda, que está basada en el diálogo y una interacción constructiva», añadió durante una conferencia de prensa con el ministro de Relaciones Exteriores de Bahrein, el jeque Jaled bin Ahmad al Jalifa.
Estados Unidos acusa a Irán de tratar de fabricar armas nucleares, lo que es desmentido enérgicamente por las autoridades iraníes, quienes afirman que sólo quieren suministrar energía atómica a la población.
La Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) ha confirmado que Irán sigue llevando a cabo su programa de enriquecimiento de uranio en una instalación atómica a pesar de las advertencias del Consejo de Seguridad de la ONU, lo que permitiría la aprobación de más sanciones contra ese país.
Diplomáticos de alto nivel de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU y de Alemania se reunirán el lunes en Londres para examinar nuevas medidas contra Irán.
Mottaki pidió a las partes que se reúnen en Londres que «tomen una decisión valiente y reanuden sus negociaciones con Irán porque es en beneficio de todos».
El Consejo de Seguridad adoptó en diciembre una resolución que impuso sanciones a Irán, dándole 60 días para suspender el enriquecimiento de uranio, procedimiento que puede ser utilizado con fines civiles y militares.
El jueves, un informe de la AIEA señaló que Irán no había acatado el ultimátum del Consejo, y el viernes, el presidente iraní, Mahmud Ahmadinejad, afirmó que su país defendería sus derechos hasta el final.
Tras la publicación del informe, Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia se pronunciaron de inmediato por la aprobación de sanciones suplementarias contra Irán. En cambio, Alemania, China y Rusia se muestran reservados.
«Hemos colaborado con la comunidad europea y a través de las Naciones Unidas para elaborar una serie de políticas que persuadan a los iraníes a abandonar sus objetivos. Esto sigue siendo nuestra opción», declaró Cheney.
Irán anunció el jueves que quería tener funcionando 3.000 centrifugadoras, las máquinas que pueden enriquecer el uranio, en mayo de 2007.
El viernes, en Ottawa, la secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice, expresó la esperanza de que Rusia apoye una segunda resolución de la ONU que endurezca las sanciones contra Irán.
Interrogada sobre la posibilidad de una intervención militar contra Irán, Rice dijo: «Hemos sido sumamente claros sobre el hecho de que optamos por la vía diplomática, de que estimamos que la vía diplomática puede tener éxito si la comunidad internacional se mantiene unida y confronta a Iran con las consecuencias del desafío que sigue planteando a la comunidad internacional».
La secretaria de Estado norteamericana Condoleezza Rice dijo el viernes tener esperanzas de que Rusia apoye una segunda resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que imponga más sanciones a Irán para forzarlo a poner fin a su programa nuclear, tras conversar con su par ruso.
La jefa de la diplomacia estadounidense minimizó la posibilidad de una intervención militar contra Irán.
«No quiero hablar por mi colega ruso, pero (…) esperamos continuar buscando un camino en el Consejo de Seguridad así como buscar un camino que esperamos lleve a negociaciones», dijo Rice durante su visita a Ottawa.
Rice se reunió con el ministro de relaciones exteriores ruso Sergei Lavrov en Berlín el jueves, día en que la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) publicó un informe asegurando que Irán continúa con su programa nuclear, desafiando el pedido del Consejo de Seguridad de detenerlo esta semana.
Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña han pedido sanciones más duras contra Teherán, mientras que Alemania, China y Rusia han asumido una posición más suave.
Sobre una posible intervención militar estadounidense en Irán, Rice dijo que «hemos dejado en claro que estamos en una vía diplomática, que creemos que la vía diplomática puede tener éxito si la comunidad internacional permanece unida y confronta a Irán con las consecuencias de su continuo desafío».