Declaraciones de Cameron sobre «terrorismo» desatan polémica


El primer ministro británico David Cameron, de visita en India centrada en los intercambios comerciales, provocó una polémica hoy con Pakistán debido a sus comentarios sobre una presunta «exportación del terrorismo» por parte de Islamabad.


El embajador de Pakistán en Gran Bretaña acusó a Cameron de «perjudicar las perspectivas de una paz regional» con sus declaraciones del miércoles en la ciudad de Bangalore (sur de India).

La cancillerí­a paquistaní­ recordó al jefe del gobierno británico los sacrificios que ha realizado Pakistán en la lucha contra el terrorismo, agregando que las redes militantes, «como Gran Bretaña sabe perfectamente», no conocen fronteras.

El viaje de Cameron a India estaba destinado a ser una vitrina de su nueva polí­tica exterior basada en los intereses comerciales, pero el delicado tema de las relaciones indo-paquistaní­es, así­ como las cuestiones de la seguridad regional, parecí­an poner en peligro su programa de inversiones y comercio.

Al ser interrogado sobre la violencia en el sur del continente asiático el miércoles, Cameron respondió advirtiendo a Pakistán –vecino y rival de India– que no debe convertirse en un refugio de grupos militantes ni apoyarlos para llevar a cabo ataques en India ni Afganistán.

«Nosotros no podemos tolerar en ningún sentido la idea de que este paí­s (Pakistán) pueda mirar a ambos lados y pueda, de alguna manera, promover la exportación del terrorismo, ya sea a India, Afganistán o a cualquier otro lugar en el mundo», dijo Cameron.

Estas afirmaciones tuvieron lugar varios dí­as después de la filtración de documentos militares secretos que revelaban supuestas relaciones entre los servicios de inteligencia paquistaní­es y los insurgentes talibanes en Afganistán.

El jueves, las declaraciones de Cameron ocupaban las portadas de los principales periódicos de India, que desde hace tiempo acusa a Pakistán de dar refugio y amparar a grupos extremistas como Lashkar-e-Taiba, considerado culpable de los atentados de 2008 en Bombay que dejaron 166 muertos.

«Nosotros debemos ser muy, muy claros con Pakistán de que queremos ver un Pakistán fuerte, estable y democrático», afirmó Cameron. «Debe ser una relación basada en un mensaje muy claro: que no está bien tener relación alguna con grupos que promueven el terrorismo», agregó.

En Londres, el embajador paquistaní­ Wajid Shamsul Hasan manifestó la profunda decepción de su gobierno, afirmando que Cameron habí­a decidido ignorar el «enorme papel» de Pakistán en la guerra contra el terrorismo.

«í‰l parece confiar más en la información basada en filtraciones de inteligencia, a pesar de que carece de credibilidad o de pruebas que la corrobore», escribió Hasan al diario The Guardian.

En Islamabad, el portavoz de la cancillerí­a, Abdul Basit, dijo que «los terroristas no tienen religión, ni humanidad, ni un carácter étnico o geográfico especí­fico».

«Las redes terroristas, como Gran Bretaña sabe perfectamente, se transforman y operan en diversas regiones y ciudades», agregó.

La cuestión de la seguridad en el sur de Asia, incluyendo a Pakistán y Afganistán, seguramente volverá a ser discutida cuando Cameron se reúna este jueves con el primer ministro de India, Manmohan Singh, y con el canciller S. M. Krishna.

Sin embargo, Cameron mantendrá su visita de dos dí­as centrada en su objetivo principal: incrementar las relaciones comerciales y económicas con la ex joya colonial del Imperio Británico.