¿Se ha preguntado usted


¿Se ha preguntado usted alguna vez por que es tan difí­cil que se controle el narcotráfico? Cualquiera dirí­a que es la pregunta del millón, pero no, es un procedimiento tan sencillo que todo funciona igual como operan las compañí­as de seguros, que contemplan como elementos principales a: Asegurados, aseguradores, reaseguradores y fisco.

Guillermo Castañeda Lee, CUI 1996 53836 1905

Los asegurados son los que quieren proteger su carga de los tumbes o de las capturas y estos por lo general son don nadies dentro de todo el andamiaje de los narcoseguros, y se dividen en pequeños, medianos y grandes traficadores. Estos pueden ser Juan Pérez, Juan Cruz, Juan Ramí­rez, que por lo general son pelados, pero ambiciosos y se rifan el fí­sico en donde sea.

Estos pelados inicialmente y después millonarios, tienen que pagar al asegurador por el trasiego de la droga desde que cruza la frontera hasta su salida para que no tenga riesgo de tumbe o de captura, garantizando el asegurador que pasará sin ninguna interferencia. En caso de pérdida, el asegurador se compromete a colocarle al asegurado un cargamento igual en la frontera, pero esto de pérdida es muy difí­cil que se dé.

Para que el cargamento pase sin ningún contratiempo el asegurador se encarga de hacer las coordinaciones con el del fisco, que según dicen escogen de intermediario a un dirigente sindical vendido al oficialismo o a un diputado del partido oficial, así­ se evitan los riesgos de tumbes o de capturas. No se necesita ser muy chispudo para saber qué dirigente sindical o qué diputado son los enlaces entre los aseguradores y el fisco.

Con los ex jefes de policí­a capturados, se suponí­a que tení­an que capturar la droga pues esta no estaba asegurada, pero no para beneficio personal, sino para aparentar ante el gobierno de los Estados Unidos que son una unidad eficiente. Al no estar asegurada la droga, perdí­a el asegurador, perdí­a el reasegurador y lógicamente el fisco.

Estos aseguradores que su asiento es Guatemala, reaseguran los embarques, pero se desconoce si estos reaseguradores tienen su asiento en los Estados Unidos o son los mismos del Norte de México, pero hasta allí­ no llega la investigación, pues serí­a como buscarle tres pies al gato, cuando todos saben que tiene cuatro.

Una de las funciones de McFarland serí­a la de encontrar la forma cómo opera el narcotráfico, pero él está mas ocupado en castigar a los oficiales que le demostraron a Washington que no pasarí­an a ser colonia de Cuba si desobedecí­an las órdenes de la embajada de ese paí­s durante el conflicto armado.

Para que no se quiebre la cabeza junto con los pendejos de la DEA, les paso el chivo, pues ellos buscan capos con su recua de mulas o su escuadrón de aeronaves  cruzando el espacio aéreo, cuando en realidad son unas docenas de operadores, que media vez estén asegurados, pueden seguir con el negocio de la droga. Los aseguradores no mueven ni siquiera una onza de coca, pero si le mueven el cerebro al que no asegura los cargamentos.