Se intensifica la tensión Venezuela-Colombia


Mientras el histérico y ensoberbecido gobernante venezolano siga empecinado en que caigan como renacuajos en la red de su llamada «revolución bolivariana» con directrices de su «padre ideológico» Fidel Castro, habrá tensiones y algunos chisporroteos entre los paí­ses de la región.

Marco Tulio Trejo Paiz

Hugo Chávez inventa o aprovecha cualquier motivo para vomitar sapos y culebras contra los jefes de Estado que por convicción democrática no entran en su aro de tipo soviético. Y así­ agudiza tensiones y rompe relaciones. Buen estadista ¿no?

Con el presidente de Colombia, ílvaro Uribe, ha tenido encontronazos por admitir en puntos fronterizos a las tristemente célebres FARC que ya crearon lana lumbar sin lograr su propósito de asaltar el poder colombiano, pero sus tontos útiles han hecho de sus sangrientas acciones remicheras su modus vivendi.

Los asaltos, los secuestros, los asesinatos y demás actos de leso humanismo les producen su vidorra enmontañados pero escurriéndose sigilosa y como los honorabilí­simos ladrones hacia lugares limí­trofes extendiendo manos como de indigentes para recibir buenas «tajadas» metálicas y armas ofensivas.

Mucho daño ha causado el demagogazo mandamás venezolano a la gente que ha tenido buenas oportunidades comerciales con sus similares de Colombia, mas eso poco o nada importa al avilantado dictadorzuelo que gusta exhibir su humanidad uniformado y a veces «entacuchado» de paisano ante quienes lo entrevistan o simplemente lo enfocan en la televisión oficial y, con alguna frecuencia, en el telenoticiero que se ha constituido en «el lí­der mundial en noticias».

La ex candidata presidencial colombiana, íngrid Betancourt, plagiada, encadenada y ultrajada por sátiros en la selvática prisión, ha retratado de cuerpo entero ante el mundo, tal cual es, al «ombre contra hombres» que no quiere soltar la codiciada prenda burocrática, y lo ha hecho, la valiente y exitosamente rescatada íngrid, a través de influyentes medios de comunicación internacional. Por cierto, infortunadamente, ha perdido simpatí­a por su demanda millonaria…

Sudamérica no ha sido guerrerista, excepción hecha cuando ha librado batallas contra fuerzas colonialistas como la de España de viejos tiempos y como la de la Pérfida Rubia Albión que tiene cuentas pendientes con la República Argentina. Ahora bien, en los dí­as que estamos viviendo, cargados de nubarrones que presagian tempestad, las cosas han cambiado. En cualquier momento pueden producirse atronadoras aventuras belicistas de los que pretenden convertir en aras de inconfesables pero intuibles intereses un imperio liberticida y genocida en nuestra América Indiana como lo intentó por la fuerza bruta de anarquistas el un dí­a vociferante perdonavidas del Caribe.

El monarca de la hoy por hoy tiranizada patria de Simón Bolí­var evidentemente tiene el propósito de eternizarse en el poder mediante las farsas electoreras, pero «tanto va el cántaro al rí­o ¡hasta que al fin ¡se quiebra!»…

Ya nadie ignora que quienes por las buenas o a la brava se hacen del poder dizque por convicción a lo marxista-leninista, o bien taimada y avorazadamente por sus ambiciones de enriquecimiento a lo grande, amén de la vanidad de mando, al rato están aboliendo la propiedad privada, encarcelando, torturando y fusilando a los opositores reales o supuestos.

Chávez ha expoliado importantes empresas de varias nacionalidades, no obstante que contribuí­an al fortalecimiento de la economí­a. Se ha hecho el loco al invadir sus dominios los terroristas de las FARC secundados por algunos mercenarios forasteros. El baladrón gobernante sureño ha hecho verdaderas torerí­as y, cuando realmente se sienta un dictador y tirano poderoso, será una gehena Venezuela. Eso sí­, dada la fortí­sima oposición que tiene el presunto tovarich austral en formación, no hay que descartar los «imponderables» protagonizados por todo un pueblo. …