¿Los pobres o los votos?


Hace algún tiempo venimos insistiendo en que más que solidaridad, el Gobierno mantiene sus programas sociales con visión electoral y lo confirma el hecho de que a los lugares donde hay más hambre y miseria no llega la llamada bolsa solidaria que se distribuye con arreglo a criterios que nada tienen que ver con el combate a la pobreza. En efecto, el mapeo de los programas de cohesión social indica que el criterio fundamental para decidir los municipios en donde mayor inversión se hace son aquellos que generan más cantidad de votos.


Hoy Siglo Veintiuno publica dramáticos elementos que demuestran que los municipios más pobres, ubicados en el corredor seco, no tienen atención de los programas «solidarios» del Gobierno, lo cual se explica porque justamente por su pobreza, son lugares donde hay muy pocos habitantes y los que se quedan a vivir en ellos muchas veces no están empadronados. Son sitios en los que sus pobladores emigran a otros lugares, especialmente al extranjero, y nadie se traslada a vivir allí­ porque no ofrecen oportunidades prácticamente para nada. Hace algunos dí­as comentamos que si el Gobierno fuera realmente solidario y estuviera genuinamente preocupado por la pobreza, serí­a en estos sitios, aun con su poco caudal electoral, donde debieran estar atendiendo preferentemente a la población, pero estamos convencidos que no hay tal solidaridad sino únicamente el interés por ganar una elección y el convencimiento de que para hacerlo tienen que realizar programas en poco más de cien municipios que por su importancia electoral están debidamente seleccionados. Es allí­ donde se está invirtiendo, pero con el exclusivo fin de ganar una elección y no con la intención de cambiar el mapa de la pobreza del paí­s. Algunos sostienen que el gobierno del presidente Colom ha descuidado la seguridad por darle prioridad a los programas sociales de combate a la pobreza. La verdad es que la prioridad está en ganar una elección y así­ tiene que entenderse porque toda la estrategia gubernamental gira alrededor de un proyecto claramente definido y en el que se centra todo el esfuerzo oficial, salvo la parte que se orienta a realizar negocios como los que se hacen con las medicinas y otras linduras que son, por supuesto, el objetivo final y la razón por la cual es tan importante la reelección. Y decimos reelección porque en este caso serí­a, literalmente, eso toda vez que la intención es que formalmente asuma el poder quien lo ha detentado de hecho durante todo este perí­odo, es decir, la esposa del Presidente cuya calidad de poder tras el trono es cada dí­a más evidente y manifiesta.