Proceso caliente


La Premio Nobel de la Paz 1992, la indí­gena Rigoberta Menchú, calentó anticipadamente el proceso electoral.

La Premio Nobel de la Paz 1992, la indí­gena Rigoberta Menchú, calentó anticipadamente el proceso electoral al aceptar la candidatura presidencial de un partido de centro-izquierda para las elecciones de setiembre próximo en Guatemala.


Menchú es la primera mujer y la primera indí­gena en aspirar a la presidencia en este paí­s centroamericano, en el que la mayorí­a de sus 13 millones de habitantes son indí­genas y donde, según denuncian constantemente organizaciones de derechos humanos, impera la cultura machista y la discriminación de los aborí­genes.

La lí­der adelantó que no responderá eventuales provocaciones de las otras agrupaciones polí­ticas durante el proceso electoral, cuyo banderazo de salida será dado el próximo 2 de mayo por el Tribunal Supremo Electoral (TSE).

«No responderé (a las provocaciones) porque soy una mujer de paz; los extremos matan las ilusiones, y lo más importante es sembrar la unidad. No vamos a responder. No tengo miedo a los fantasmas, esperamos ser un ejemplo de armoní­a» durante el proceso electoral, afirmó.

La determinación de la lí­der indí­gena en participar en la lucha por la presidencia ha provocado una serie de reacciones. Hay quienes estiman que que su decisión fortalece la democracia en esta nación y que restará votos al favorito en las encuestas, Alvaro Colom, un centro izquierdista.

Menchú aceptó el miércoles ser la precandidata a la presidencia al unir su partido polí­tico indí­gena (en formación) Winaq con la agrupación de centro-izquierda Encuentro por Guatemala (EG), formado por la ex dirigente humanitaria y actual diputada, Nineth Montenegro.

Ambas mujeres comparten experiencias similares. Menchú perdió a sus padres y hermanos durante la guerra que vivió este paí­s hasta 1996 cuando se firmó la paz, mientras que las fuerzas del Estado secuestraron y desaparecieron al esposo de Montenegro, el dirigente sindical Edgar Garcí­a.

«No recuerdo que haya habido en la historia del paí­s un encuentro de dos mujeres a este nivel (…); es un proceso histórico en el que asumimos un compromiso ético y moral para sacar adelante al paí­s», afirmó Montenegro.

«El segmento del voto duro de la izquierda podrí­a dividirse, y siendo ahora Alvaro Colom quien más votos capta de la izquierda, podrí­a debilitarlo, además podrí­a ser favorecido Otto Pérez», un general retirado que basa su campaña con el lema de ’mano dura’ contra la delincuencia, dijo el analista independiente, Luis Linares.

Entre tanto, el miembro del Instituto Centroamericano de Estudios Polí­ticos (Incep), Francisco Garcí­a, aseguró que la participación de Menchú «abre una nueva época en la participación de los pueblos indí­genas».

«Consideramos la participación de la Nobel como una muestra del proceso democrático que viven los guatemaltecos», consideró Colom, favorito a ganar las elecciones en setiembre. Colom perdió la presidencia en segunda vuelta en diciembre de 2003 contra el actual presidente Oscar Berger.

La oficialización de la candidatura de Menchú y de su compañero de fórmula podrí­a concretarse el 20 o 22 de marzo cuando la agrupación polí­tica realice su asamblea general.