Don ílvaro, o es él que está actuando o quizá asesorado por alguien de lí­nea dictatorial, porque sabe que los medios de comunicación son los únicos que claman por la libertad y una mejor forma de vida, máxime en estos tiempos de gran tristeza que vive el paí­s, ante tantas situaciones que se le van de las manos al actual gobierno y que hace que la ciudadaní­a esté muy inconforme e intranquila. Tenemos a mano un ensayo (ponencia) muy bueno que dice mucho sobre el comportamiento que asumen los personajes que no aceptan los errores que están a vista de todo el mundo y quieren callar a la Prensa. Dice así­: «El dictador atropella abiertamente, cierra periódicos mediante ordenanzas policiales, encarcela periodistas, los destierra o los elimina con increí­ble desparpajo. El lobo con piel de oveja, el fingido demócrata, acude a procedimientos menos brutales pero igualmente eficaces… El periodista, por lo tanto, se ve incapacitado para desarrollar su labor al margen de temores, de presiones o represalias del poder público, al contrario de lo que sucede en paí­ses que disfrutan de un desarrollo cí­vico -polí­tico integral…» Más adelante continúa diciendo: «La verdad es que la Prensa independiente en Guatemala sigue expuesta a las asechanzas de funcionarios que piensan todaví­a como sus predecesores, cien años atrás, es decir, la Prensa que no está conmigo está contra mi, de modo que primero acabo con ella… una manera muy simple- la simpleza del troglodita- de afrontar la libertad de expresión del pensamiento, consecuencia , como decí­a antes, de la inmadurez cí­vico – polí­tica y, también, de la mentalidad del funcionario criollo, de sus contradicciones y su aberraciones, estimuladas por el contacto del poder » (Las Presiones Gubernamentales ante la actitud informativa de la Prensa guatemalteca, periodista Pedro Julio Garcí­a-V seminario de la Cámara Guatemalteca de Periodismo- 1989). A pesar de los años que han trascurrido, este ensayo del desaparecido y uno de los grandes del periodismo guatemalteco Pedro Julio Garcí­a cae como anillo al dedo, dada la situación que enfrentamos columnistas de Opinión y medios de comunicación ante lo dicho hace algunos dí­as y también en un campo pagado por el Presidente de la Republica, algo muy lamentable porque la expresión que dio es muy denigrante hacia el gremio, con acusaciones que dejan mucho que decir y llevan camino a poner una mordaza a la Prensa. No queremos pensar que esto pueda suceder, pero ante los hechos evidentes la Prensa ya empieza a ser atacada, como ha sucedido en otros tiempos en gobiernos dictatoriales. Don ílvaro sabe que la situación en Guatemala, esta muy caótica en varios cuadros socioeconómicos. Las promesas de su gobierno no han podido llenar las expectativas que se esperaban. El descontrol gubernamental es grande y la Prensa como tal, tiene la obligación de velar por los intereses del pueblo. Nosotros como periodista y columnista de Opinión así­ lo pensamos y es molesto hacer acusaciones ante un callejón sin salida como lo ha hecho el Presidente de la República; conozco el gremio periodí­stico y máxime a los columnista del Diario La Hora, sé que entregarí­an su vida y no aceptarí­an soborno. Porque lo primero, es mantener la verdad por una Guatemala libre.