Varias son las interpretaciones que pueden hacerse de la participación de Rigoberta Menchú como candidata a la Presidencia con Encuentro por Guatemala, pero sin duda pocas tan importantes como el sopapo que significó su decisión para la URNG y el llamado Movimiento Amplio de Izquierda (Maiz), repudiados por la Premio Nobel y reducidos por lo tanto a una mínima expresión en el panorama político del país. Algunos consideran que la señora Menchú es de izquierda por su vinculación en el pasado con la misma URNG y veían como una especie de matrimonio natural su participación con los grupos más definidos de esa posición ideológica.
La afinidad, sin embargo, estuvo más con Encuentro por Guatemala que se ha nutrido de cuadros que tras la firma de la paz participaron en anteriores comicios en los grupos de la izquierda pero que, tras una lectura de la realidad sociopolítica del país, se han ubicado más en el centro izquierda entendiendo que a pesar de las enormes deficiencias sociales, el pueblo de nuestro país es sumamente conservador y no se siente para nada estimulado por posiciones radicales de izquierda. El corrimiento de la señora Menchú es el mismo que antes tuvo Nineth Montenegro y que en forma más pronunciada tuvo también ílvaro Colom para retornar a sus raíces ideológicas luego de una efímera participación con la izquierda.
En otras palabras, si la izquierda de Guatemala ya estaba en problemas, la decisión de Rigoberta Menchú deja en la lona a la URNG como expresión más clara y definida de la izquierda en el país. Evidentemente ese partido pudo fortalecerse con una participación que recibiera amplia cobertura en los medios y que atrajera la atención nacional e internacional como ocurre con la candidatura de la Premio Nobel, pero al no ser tomados en cuenta, pese a que habían ofrecido una mesa casi totalmente limpia a la señora Menchú, puede entenderse como la puntilla para un partido que venía languideciendo como resultado de problemas internos y, sobre todo, de esa actitud conservadora del pueblo de Guatemala que a pesar de los niveles de pobreza y de marginación, no siente ningún atractivo por los planteamientos de corte socialista.
Es indudable que la figura de Rigoberta Menchú surgió en el marco del conflicto armado interno y que sus actividades político diplomáticas a favor de la URNG le abrieron los espacios en Europa, sobre todo, para alcanzar la estatura política que hoy la tiene en primera fila. Pero con evidente pragmatismo e influida por ese tormentoso pasado de la URNG como partido político, prefirió una opción más centrada, menos radical y que apunta a la conquista del voto moderado que hasta ahora veía en Colom el único palo en el cual ahorcarse. Siendo en el país la izquierda Ultra Light la única que puede contar electoralmente, la Premio Nobel interpretó correctamente el mapa electoral.