Naturaleza y tecnología se codean en las propuestas de textiles de moda desplegadas en el Salón Texworld de París, que se realiza hasta el viernes y en el que participan más de 830 expositores del mundo.
Gigantes de la fabricación textil y pequeñas empresas artesanales. Telas de alta tecnología y productores que optan cada vez más por las fibras naturales producidas ecológicamente: la doble tendencia se percibe en los distintos sectores del salón, en el que predominan las firmas asiáticas, pero en el que están representados todos los continentes, aunque la presencia latinoamericana es reducida.
En las telas para la temporada primavera-verano 2008 se impone la levedad. Los estampados son delicados, los tejidos naturales se adornan con leves dibujos o pespunteados dorados. Las rayas siguen vigentes.
En cuanto a las materias, se constata un auge de las fibras naturales, algodón y lino, por supuesto, pero también rafia, bambú, ramio y cáñamo. Capítulo aparte, la tela jean, a la que el salón dedica un espacio particular, parece instalarse durablemente en su condición de moda permanente para todas las ocasiones.
En todos esos sectores se va imponiendo la tendencia a los textiles «bio», producidos con normas cada vez más respetuosas del medio ambiente y, en algunos casos, según los criterios del comercio justo.
«La demanda de algodón biológico es creciente», señaló a la AFP Ram Srinivasan, director de marketing de la firma india KG Denim Limited.
Esta firma, que produce algodón biológico desde hace siete años, constata un aumento considerable de la demanda en los últimos tres años, sobre todo «entre la clase media alta». «La gente es cada vez más conciente que los textiles biológicos tienen para quien los utiliza la ventaja de lo natural, y además son buenos para el medio ambiente», agrega Srinivasan.
Pero, junto a esa nueva reivindicación de lo natural, el mundo textil ha incorporado los avances técnicos y químicos para elaborar telas de alta tecnología que incorporan finísimos revestimientos, vinilos, látex, lacas. El resultado son fibras sumamente flexibles que se adaptan al cuerpo, evitan las manchas o protegen de la humedad.
En esta apuesta se sitúa una de las pocas firmas latinoamericanas –y la única colombiana– presentes en el salón: Lafayette.
«Nuestra firma se especializa en las telas sintéticas, particularmente el poliester», indica Guillermo Fajardo, gerente de exportaciones de la empresa.
La empresa colombiana pone particular cuidado en el diseño y la calidad de sus estampados, «pero sobre todo nuestros productos se caracterizan por tener valores agregados: telas de alta tecnología que privilegian la calidad. Microfibras sofisticadas, telas con transporte de humedad, con protector para los rayos ultravioletas, o que repelen las manchas», explica Fajardo.
En un mercado mundial de los textiles en que arrecia la competencia, tanto los argumentos ecológicos como los tecnológicos son utilizados por las diferentes empresas para promocionar sus productos. Y a veces ambos argumentos marchan juntos.
Presente en el salón, la firma austríaca Lenzing, sostiene incluso que su nueva fibra, elaborada a base de madera, es buena para las personas que tienen la piel sensible o problemas de alergia, según explicó a la AFP uno de sus directivos, Dieter Eichinger.