El gobierno boliviano abrió la posibilidad de intervenir el fútbol, luego de que dirigentes de tres asociaciones regionales, de las nueve que tiene Bolivia, ingresaron en huelga de hambre, en rechazo a la eventual reelección de las autoridades de la Federación local (FBF).
«Si lo tenemos que hacer (intervenir), pediremos perdón a todos los deportistas del país, (para) que aguantemos un poquito, pero será para que vengan mejores días», afirmó este jueves al programa de radio Pratel el viceministro de Deportes, Miguel Angel Rimba, ex defensa de la selección.
La medida se tomaría a pesar de las duras sanciones que suele aplicar la Federación Internacional de Fútbol (FIFA), cuando se actúa desde los poderes públicos hacia las direcciones de este deporte.
La advertencia surgió tras una huelga de hambre que iniciaron la noche del miércoles una docena de dirigentes de las asociaciones de La Paz, Cochabamba y Chuquisaca, en rechazo a la intención del actual presidente de la FBF, Carlos Chávez, de ser reelecto en el cargo.
Para el domingo se tiene prevista una reunión de la FBF para nominar a la directiva para la gestión 2010-12.
Otras asociaciones, como la de Oruro y Potosí también anunciaron sumarse a la protesta contra Chávez, quien tiene el apoyo de las regiones, de Santa Cruz y Cochabamba, y de la mayoría de los clubes de la primera división del fútbol que también tienen voto en la elección de dirigentes.
Como contrincante de Chávez está el presidente del club Bolívar, Guido Loayza, quien ocupó el mismo cargo cuando Bolivia clasificó al Mundial de EEUU-94.