El presidente colombiano, Alvaro Uribe, anunció hoy que «arreciará» la ofensiva contra las rebeldes FARC y descartó la posibilidad de que su gobierno negocie un canje de rehenes con la guerrilla, tras fracasar la mediación de un emisario.

«La reacción del gobierno es ésta: frente a esos bandidos, que todos los dí­as amenazan, hay que arreciar», señaló Uribe tras revelar que un emisario -que no identificó-, se reunió con esa guerrilla en las selvas del sur del paí­s y le dijo que las FARC se negaban a negociar el canje con su gobierno.

Según el mandatario, los rebeldes reiteraron su exigencia de suscribir el canje sólo si Uribe desmilitariza «incondicionalmente» dos municipios del suroeste del paí­s. Además, habrí­an dicho que la relación de su gobierno con el paramilitarismo lo deslegitima para pactar con él el acuerdo.

«Las FARC dicen que mi gobierno es ilegí­timo y paramilitar. Esas son disculpas de bandidos. Frente a esos bandidos hay que reaccionar», enfatizó Uribe, visiblemente molesto.

Uribe hizo estas declaraciones en Bogotá poco antes de partir a la región del Caguán, en el sur de Colombia, que en el pasado estuvo bajo control de la guerrilla.

«El gobierno no puede (desmilitarizar los municipios de Florida y Pradera, en el departamento del Valle)», añadió al rechazar la principal condición que la guerrilla pone para la negociación.

Las Fuerzas Armadas Revolucionarisa de Colombia (FARC), la más antigua y militarmente poderosa de las guerrillas que combaten en el paí­s, pretende canjear a 57 secuestrados, entre ellos la ex candidata presidencial Ingrid Betancourt (también de nacionalidad francesa), por unos 500 rebeldes presos.

Betancourt, de 45 años, cumplirá el viernes cinco años de cautiverio mientras que varios polí­ticos, policí­as y militares plagiados están próximos a cumplir diez años en poder de esa guerrilla.