Apoyo internacional a Karzai para dirigir acción militar


Hamid Karzai, presidente de Afganistán, ofrece declaraciones en una conferencia de prensa, en compañí­a con el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon (fuera de la foto). FOTO LA HORA: AFP Musadeq Sadeq

La comunidad internacional reunida hoy en Kabul manifestó su apoyo al «programa de reconciliación» con los talibanes del presidente afgano, Hamid Karzai, y a su proyecto de hacerse cargo de todas las acciones militares o de seguridad del paí­s hacia fines de 2014.


Hillary Clinton, secretaria estadounidense de Estado. FOTO LA HORA: AFP SHAH Marai

Los más de 70 representantes de paí­ses donantes y de organizaciones internacionales que participaron en la conferencia internacional sobre Afganistán, en Kabul, también se comprometieron a que al menos la mitad de los fondos destinados a este paí­s pase por el presupuesto afgano en un plazo de dos años, tal como lo reclamaba Karzai.

Desde el comienzo de la intervención militar internacional a fines de 2001, sólo 20% de unos 40 mil millones de dólares de ayuda prometidos pasaron por los canales gubernamentales, a menudo acusados de corrupción.

Poco después del final de la conferencia, el Fondo Monetario Internacional (FMI) indicó haber llegado a un acuerdo con el gobierno de Karzai sobre las condiciones de un préstamo de 125 millones de dólares.

Según el comunicado final de la conferencia, la comunidad internacional, incluyendo a Estados Unidos, respaldó el «programa de reconciliación» con los talibanes lanzado por Karzai.

El programa para la Paz tiene como objetivo lograr atraer a una parte de los rebeldes, sobre todo a los combatientes de rango inferior que combatirí­an por dinero y no por ideologí­a.

Karzai ya habí­a propuesto una amnistí­a a cambio de una rendición en 2005 a los rebeldes dispuestos a renunciar a la violencia, sin éxito.

Además, «la comunidad internacional manifiesta su respaldo al objetivo del presidente de Afganistán», el cual desea que «las fuerzas armadas nacionales afganas realicen y conduzcan las operaciones militares en todas las provincias hacia fines de 2014».

Así­, Karzai manifestó el deseo de llegar «durante los próximos meses» a «un acuerdo sobre las modalidades de esta transición» con sus aliados internacionales.

Cerca de 140 mil militares extranjeros, las dos terceras partes estadounidenses, se encuentran actualmente desplegados en el paí­s, donde la rebelión de los talibanes no ha cesado de ganar terreno desde hace cuatro años.

Por su parte, la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, consideró que este proceso de transición «es demasiado importante para ser postergado indefinidamente».

«Esta fecha (julio de 2011) es el comienzo de una nueva etapa», prometió Clinton en su discurso, asegurando que Estados Unidos no tiene «ninguna intención de abandonar (su) misión a largo plazo destinada a instaurar un Afganistán estable, seguro y pací­fico».

La guerra de Afganistán es cada vez más impopular en la opinión pública de los paí­ses occidentales tras nueve años de combates, en momentos en que las tropas de la coalición registran pérdidas sin precedentes.

Hoy un soldado afgano mató a dos civiles estadounidenses y un compañero suyo en un ejercicio de tiro en una base militar en el norte del paí­s, tras lo cual él también falleció, informó la OTAN.

Según el Ministerio afgano del Interior, fueron lanzados cohetes cerca del aeropuerto de Kabul a noche, sin causar ví­ctimas.

HILLARY CLINTON Destaca el papel de la mujer


El trabajo de las mujeres afganas será esencial para sacar adelante a Afganistán y consolidar una paz justa y duradera, declaró hoy la secretaria de Estado norteamericana Hillary Clinton, mientras la perspectiva de la reintegración de ex talibanes suscita la inquietud de las ONG.

«Hablo por experiencia cuando digo que el trabajo de las mujeres afganas y de los grupos surgidos de la sociedad civil será fundamental para el éxito del paí­s», dijo Clinton a los representantes de más de 70 paí­ses donantes y organizaciones internacionales reunidos en una conferencia en Kabul.

«Si estos grupos reciben el poder que necesitan para participar en el establecimiento de una paz justa y duradera, lo harán. Si los reducen al silencio y los empujan a los márgenes de la sociedad afgana, las perspectivas de paz y justicia se alejarán», agregó la secretaria de Estado.

Clinton se congratuló por una declaración del presidente afgano Hamid Karzai, quien prometió que los derechos de las mujeres, de las minorí­as étnicas y de los grupos que representan a la sociedad civil «no serán sacrificados» en el proceso de paz.

Antes de ir a la conferencia, Hillary Clinton se habí­a referido al mismo tema al recibir a unas diez mujeres responsables de organizaciones no gubernamentales (ONGs) afganas en la embajada norteamericana.

«A todos nos conviene un Afganistán estable, en paz y seguro, en particular a las mujeres y los niños», dijo Clinton. «Pero esto no puede hacerse a expensas de las mujeres», advirtió.

«Nosotros queremos la paz con la justicia», le respondió Fawzia Koofi, una ex legisladora que actualmente está encargada de una asociación. Sin embargo, «incluir a los talibanes en el proceso y hacer compromisos con los derechos de las mujeres llevarí­a a este paí­s siglos atrás», exclamó.

La primera mujer que presentó su candidatura para la presidencia afgana, la ex ministra Masuda Jalal, habí­a afirmado en junio que iniciar conversaciones de paz con los talibanes serí­a nefasto para los derechos de las mujeres en su paí­s.

Hillary Clinton ha hecho de la igualdad de los sexos y los derechos de las mujeres en uno de sus principales caballos de batalla, desde la época en que era la primera dama de Estados Unidos (1993-2001). La jefa de la diplomacia norteamericana menciona este tema en casi todos sus viajes.

En el discurso que pronunció el martes en Kabul, Clinton anunció un plan estadounidense destinado a promover la igualdad de los sexos en Afganistán, buscando apoyos entre las autoridades religiosas locales. También reveló varios programas nuevos destinados a mejorar la salud de las madres y los niños.

El gobierno estadounidense consagrará 37 millones de dólares en los próximos cuatro años para aumentar el número de mujeres en las profesiones de la salud, dando la prioridad a las parteras.

Según una clasificación de la ONG Save the children (Salvar a los niños), Afganistán es «el peor lugar (en el mundo) para ser madre».

De acuerdo con cifras suministradas el martes por la delegación norteamericana, la esperanza de vida promedio de una mujer afgana es de 44 años, y la tasa de mortalidad maternal es una de las más elevadas del mundo, pues una de cada ocho mujeres muere durante el embarazo o el parto.

La tasa de analfabetismo femenina también es elevadí­sima, a pesar de los progresos registrados en los últimos años.