Los palestinos, frustrados por la falta de progresos en las negociaciones indirectas con Israel, probablemente rechacen por ahora el pedido norteamericano de pasar a las negociaciones directas, a pesar de las intensas presiones de Estados Unidos.
El portavoz del Departamento de Estado, Philip Crowley, afirmó ayer que Estados Unidos «cree firmemente» en la reanudación del diálogo directo, que se interrumpió a fines de 2008 entre palestinos e israelíes, mientras el emisario norteamericano para Medio Oriente, George Mitchell, comenzaba una nueva gira por la región.
El viernes, Mitchell se reunió con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y el sábado se entrevistará en Ramalá (Cisjordania) con el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abas.
Aunque Abas ha dejado de exigir la congelación total de la colonización judía, pide «respuestas» o «señales» de Israel sobre las cuestiones de la seguridad y las fronteras, dos obstáculos en el proceso de paz, antes de hablar directamente con Netanyahu.
En un comunicado, el Fatah de Mahmud Abas consideró el jueves que las discusiones indirectas lanzadas a principios de mayo bajo la égida de Estados Unidos no habían conducido a «ningún progreso» debido a «la desconfianza y la falta de credibilidad» de los israelíes. Según el Fatah, esto impide pasar a las negociaciones directas.
La continuación de la colonización y la demolición de casas palestinas esta semana en el sector árabe de Jerusalén parecen nuevos impedimentos a los intentos de acercamiento, incluso frente a la comunidad internacional.
El primer ministro israelí ha reiterado que quiere negociaciones directas, pero los palestinos dudan de que su coalición de derecha en el poder esté dispuesta a una retirada de Cisjordania y menos aún de Jerusalén Este, ambas ocupadas por Israel desde junio de 1967 y que los palestinos consideran como parte integrante de su futuro Estado.
Los palestinos destacan que desde el comienzo del proceso de paz en Oslo, en 1993, el número de colonos judíos en Cisjordania casi se triplicó, pasando a 300.000, mientras que unos 200.000 más viven actualmente en el sector oriental anexionado de la Ciudad Santa.
Por lo tanto, los analistas palestinos esperan que Abas rechace oficialmente las discusiones directas, evitando al mismo tiempo un enfrentamiento con el presidente norteamericano, Barack Obama.
Sin embargo, Obama espera que las conversaciones directas entre israelíes y palestinos comiencen el 26 de septiembre, la fecha del final de la moratoria parcial de la construcción en las colonias judías en Cisjordania.