Empresas consumen 30% más de la energí­a que deberí­an


La eficiencia energética es la relación entre la cantidad de energí­a consumida y los productos y servicios finales obtenidos. En este proceso muchas de las empresas guatemaltecas gastan más de lo que es necesario. ARCHIVO.

Según el Centro para la Acción de la Responsabilidad Social Empresarial, en Guatemala las empresas del paí­s consumen más del 30% de la energí­a que deberí­an. Estiman que podrí­an ahorrar en ese servicio si implementaran mejores polí­ticas de producción «amigables» con el medio ambiente.

Eddy Coronado
ecoronado@lahora.com.gt

La eficiencia energética es la relación entre la cantidad de energí­a consumida y los productos y servicios finales obtenidos. En este proceso muchas de las empresas guatemaltecas gastan más de lo que es necesario.

Sin embargo, las empresas pueden reducir hasta un 30% la energí­a que consumen, pero para ello es necesario crear campañas de concientización con los trabajadores y actuar para evitar el gasto innecesario dentro de la empresa.

Desde que se comienza a extender la empresa, señalan los expertos, es necesaria la práctica de polí­ticas de comerció que también sean dirigidas para ahorrar. Además, en la construcción de las oficinas en edificios también se tiene que planificar desde un comienzo el plan de ahorro, para tener en cuenta el diseño y modelo que permitirá tener una disminución del gasto.

Al parecer, muchas son las empresas que no logran realizar estas prácticas, según Guillermo Monroy, director de CentraRSE.

No obstante, señala que son varias las acreditadas en CentraaRSE, que están implementando las prácticas agradables para el medio ambiente.

«Depende en gran medida de las prácticas, pero el 30% del consumo energí­a se podrí­a ahorrar implementando diferentes mecanismos y no necesariamente podrí­a ser de ahorro de electricidad, sino también el ahorro de combustible», afirma Monroy.

Por lo tanto, para buscar reducir los costos, esta institución recomienda «pensar los horarios en que se transportarán los productos y las rutas que ejecutarán».

De esa cuenta, la reducción del gasto se puede mejorar mediante la implementación de medidas e inversiones a nivel tecnológico, de gestión y de hábitos de consumo en la sociedad.

En Guatemala el movimiento de la Responsabilidad Social Empresarial inicia desde 1998. Un grupo de lí­deres comprometidos con el tema, reconocen su importancia e inician el proceso de definición y sensibilización, este proceso lleva a la creación de CentraRSE.

Fundada en 2003, CentraRSE es hoy una organización que cuenta con más de 100 empresas asociadas que pertenecen a más de 20 sectores y subsectores productivos del paí­s y, según informaron representan alrededor del 30% del PIB de Guatemala y dan empleo a 150 mil familias.

EFICIENCIA ENERGí‰TICA

CentraRSE llevó a cabo esta semana el Foro-Seminario sobre Eficiencia Energética: un espacio de diálogo entre diversas empresas y público en general sobre el uso eficiente del recurso energético a través de buenas prácticas de ahorro de energí­a.

«La importancia radica en saber operar, de manera ecoeficiente, creando productos que proporcionen beneficios económicos, sociales y ambientales; protegiendo la salud pública y el medio ambiente a lo largo de todo el ciclo de vida del producto, desde la extracción de la materia prima hasta su consumo y desecho», comentó el Director Ejecutivo de CentraRSE.

Dentro del foro se dieron a conocer casos de empresas guatemaltecas que ya están ejecutando planes de reutilización de desechos como fuente de energí­a renovable, mecanismos para el ahorro de agua en los procesos productivos y sistemas de reducción de emisiones tóxicas.

Esto les ha permitido minimizar su impacto ambiental, maximizar el aprovechamiento de recursos y mantener la calidad de sus productos, siendo más competitivas.

«Hemos encontrado que en la medida que las empresas encuentran formas de ayudar a reducir el consumo de energí­a, se ayudan a sí­ mismas y son más competitivas, además, de ayudar a guardar el medio ambiente», concluye Monroy.