Teatro tras las rejas


«No voy a estar el dí­a de estreno de la obra, puesto que me llevan al Preventivo de la zona 18. Profe, le doy las gracias por haberme dado la oportunidad de hacer algo bueno en mi vida. Eso nunca se me olvidará», expresó un joven privado de libertad que purga una condena por haber cometido un delito de extorsión.

Edwin Marroquí­n Navas
enavas1313@yahoo.com

En el montaje de una obra de teatro experimental participaron 12 adolescentes confinados en el Centro Gaviotas. Todos con un récord delictivo que va desde participación en atracos hasta secuestro.

Basándose en la psicoterapia, las autoridades del Centro Gaviotas dieron la oportunidad a los adolescentes en conflicto con la Ley Penal a desarrollar sus habilidades y talentos a través del teatro.

Asimismo, se pretendí­a que los jóvenes tuvieran una experiencia grupal cohesiva, un proceso grupal con diversas caracterí­sticas, aprendizaje interpersonal y una recapitulación correctiva del grupo.

A través del montaje teatral también se buscó la reinserción y resocialización del adolescente, formar valores, control de impulsos y reincorporarlo activa y responsablemente.

Durante varias semanas los jóvenes realizaron ejercicios de confianza, expresión corporal, actuación, imaginación e improvisación, para finalmente montar el espectáculo de creación colectiva, cuyo mensaje fue «todos los seres humanos pueden cambiar de actitud, especialmente los jóvenes que han tenido problemas con la ley» subrayando, además, en la honradez.

Los jóvenes privados de libertad también diseñaron y pintaron un telón, que sirvió de fondo, el dí­a del montaje, demostrando un alto espí­ritu creativo y de trabajo grupal.

Y al final una reflexión sobre el montaje en la que todos los adolescentes privados de libertad coincidieron en que «haber participado en la obra de teatro permitió descubrir que tienen capacidades, que pueden trabajar en grupo con disciplina y dedicación, y, por sobre todo, que el mensaje transmitido a sus compañeros les hizo reflexionar sobre un cambio en sus vidas».

Las reflexiones de los adolescentes no están alejadas de los planteamientos teóricos dados por sicólogos, filósofos y pedagogos: «tanto la expresión artí­stica como la reflexión intelectual son elementos importantes para el cuidado de la vida interior. Las artes pueden convertirse en algo así­ como signos de lo trascendente, justamente porque Dios es descrito como fuente de la belleza y de la creación».

Y se agrega que «el teatro, la poesí­a, la arquitectura, la música y la pintura tienen un valor en sí­ mismas y son, a la vez, una expresión de la belleza y un medio a través del cual podemos admirar la fuente del bien».

Ahora los impulsores del proyecto, las autoridades del Centro Gaviotas y, especialmente, los jóvenes privados de libertad esperan que los administradores de la Secretarí­a de Bienestar Social posibiliten e impulsen las clases de teatro tras las rejas.

* Serán silbantes.- Debido a que cada año se ve más lejos la participación de la Sele guatemalteca en un Mundial, muchos patojos dejarán el fut y se entrenarán como árbitros, pues ya se dieron cuenta que el profesor Batres viaja, gana bien, le rinden pleitesí­a y, además, se codea con las estrellas internacionales.

* ¡Ah Pacaya!.- Sinceramente me gustarí­a que el Pacaya nos echara otra tormenta de arena. ¿Está usted de acuerdo?

* Buen caricaturista.- A Julio Castillo lo conocí­ cuando hací­a caricaturas en El Gráfico, hace buenos años atrás. Pero, sinceramente, creo que ha mejorado mucho y que, además, es el mejor caricaturista polí­tico que tiene Guate. Es el único que me saca la risa, otros creo que son repetitivos y ahora copian las ideas de internet. Bueno, al fin chavos tecnológicos.